Cuando parecía que el tetra brik había conquistado de por vida el trono de los lineales de los supermercados, la leche fresca refrigerada vuelve a reclamar su puesto. ¿Sabe qué diferencias hay entre ambas? La doctora Ana Fuertes, responsable de Industria en Iberia de bioMérieux, empresa especializada en el control microbiológico alimentario, aclara las dudas.
Leche Pasteurizada (o fresca): "Es aquella sometida al tratamiento de pasteurización, un tratamiento 'suave' que combina tiempo y temperatura, y varía entre fabricantes. Un ejemplo puede ser 85-95ºC durante 2-4 minutos. La leche pasteurizada no es estéril, solo se reduce la carga general de microorganismos no patógenos. Por esta razón se mantiene en refrigeración, a unos 4ºC y su caducidad (siempre indicada por el fabricante) suele ser de 3-4 días". Lidl es una de las distribuidoras que apuesta por ofrecer leche fresca pasteurizada bajo la marca Milbona. Frente a la incomodidad de tener que acudir a la tienda con más frecuencia para adquirir la leche, el Instituto de Investigación y Tecnología Alimentaria (IRTA) concluye que la leche fresca pasteurizada contiene más proteínas que la leche UHT, si bien el estudio se realizó con terneras y no con humanos .
Desde Lidl señalan que la leche pasteurizada da respuesta a una demanda creciente por parte de los clientes. "Mientras que en el mercado global Lidl tiene una cuota del 4,7%, en el de la leche fresca triplicamos nuestra cuota hasta el 13%", señalan a El País desde la cadena alemana.
Leche UHT: Fuertes apunta que "la leche esterilizada, o UHT (siglas en inglés: Ultra High Temperature) es la más habitual en nuestro país, y, en general, en el sur de Europa. Se somete a un tratamiento térmico más fuerte que la leche pasteurizada (mínimo 135ºC), pero durante solo unos segundos (por ejemplo, 140ºC durante 2-4 segundos). Con ello se logra una leche comercialmente estéril (no contiene microorganismos ni esporas que puedan progresar en el producto) que hace posible almacenarla a temperatura ambiente hasta seis meses (mientras el envase no sea abierto)". Lo más normal es encontrarla en tetra brik, "pero también en otros tipos de envases, siempre asépticos y opacos de modo que se reduzcan al mínimo las transformaciones químicas, físicas y organolépticas".