Cuando los ruidos no vienen del exterior, sino de dentro de nosotros mismos, también pueden perturbar nuestro descanso. Algo que es más común de lo que podríamos pensar: la mitad de los hombres ronca y un 25% de las mujeres también. Y, como la contaminación acústica, los ronquidos "pueden producir microdespertares por una activación de las ondas cerebrales", expone Luis Ayala, otorrinolaringólogo de la Unidad del Sueño de la Clínica Otosalud.
El sobrepeso es uno de los principales factores que desencadenan este problema, continúa el experto y "en la gran mayoría de los pacientes la solución pasa por una pérdida de peso" y añade que "la cirugía solo está indicada si fracasan el resto de las terapias". Dormir bocarriba es otro de los motivos por los que puede ocurrir y el alcohol también nos hace roncar, así que lo mejor es no tomarse esa última copa.
El experto recuerda que Ayala este problema puede influir en el estado de ánimo, así como en el sentido del humor, y repercute en las relaciones sociales, familiares y de pareja. Porque los ronquidos hacen la vida imposible a uno y al que tiene al lado, aunque en este caso no se sepa si es peor el ruido o el silencio.