Si los bancos hacen "el trabajo de Dios", como dice el jefe del más influyente de todos ellos, Goldman Sachs, no está claro qué hacían los sacerdotes que llevaron a Cajasur al borde de la bancarrota. Como tampoco está claro en qué piensan los ejecutivos de los bancos europeos, que no consiguen distanciarse del ojo del huracán cuando han pasado ya tres años del inicio de la crisis.
Los tres administradores nombrados por el Banco de España tras la destitución del consejo de administración de Cajasur están intentando tranquilizar a los trabajadores de la caja tras la intervención. Uno de los tres directivos prejubilados que el supervisor ha puesto al frente de la entidad se encargó ayer de empezar a reunirse con los directores de las oficinas.
Un Gobierno italiano dividido aprobó ayer con reservas un plan de choque para reducir el peso del sector público, conteniendo el gasto y luchando contra la evasión fiscal y la economía sumergida.
El diálogo social vive hoy un día decisivo. Los líderes de sindicatos y patronal encaran una reunión clave para tratar de cerrar de una vez por todas -cuatro meses después de reiniciar la negociación- el pacto para una reforma laboral. Sobre la mesa están las causas del despido, bonificaciones, incapacidad temporal o plan de empleo juvenil, temas todos abiertos.
La sangría de ingresos que las arcas públicas españolas sufrieron el año pasado ha cesado. Al menos, eso es lo que sugieren los datos de los cuatro primeros meses de 2010. Es cierto que hasta abril el Estado gastó 5.661 millones de euros más de los que ingresó -el 0,54% del producto interior bruto-.
La sostenibilidad del Estado de bienestar
CRISTINA GALINDO | Madrid