El debate sobre la crisis
La presión social para un pacto de Estado contra la crisis entre los dos grandes partidos crece, pero nada indica que esté cercano, más bien al contrario. El PSOE ni siquiera ha buscado aún fecha para una reunión con el PP. Los socialistas admiten que sus contactos en búsqueda de pactos pueden durar hasta tres semanas.
Don Juan Carlos ha intensificado sus contactos en los últimos meses con agentes políticos y sociales "dadas las graves consecuencias de la crisis económica en nuestro país, especialmente en términos de destrucción de empleo".
Una de las solicitudes más repetida en el VI Congreso Internacional de Víctimas del Terrorismo, que se celebra en Salamanca y concluye hoy, es que los delitos de terrorismo sean considerados crímenes de lesa humanidad y, por tanto, no prescriban, no puedan quedar amnistiados y que sean perseguibles en cualquier lugar del mundo, como ocurre con el genocidio, las torturas y los crímenes de guerra.
El primero de los grupos se creó en septiembre de 2007 y doce meses después cometió su principal acción terrorista al atentar contra la comisaría de la Ertzaintza en la localidad vizcaína de Ondarroa.
Margarita Robles, vocal del bloque progresista del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y fundadora de Jueces para la Democracia (JpD), ha remitido al Comité Permanente de su asociación un listado con los 18 nombramientos de miembros de ese colectivo para altos cargos de la carrera judicial designados en el año y medio que lleva funcionando el actual Consejo, en respuesta a las críticas de su asociación a la política de nombramientos del CGPJ.
Amnistía Internacional (AI) no da crédito a lo que está ocurriendo con el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón por sus actuaciones respecto a los crímenes de la Guerra Civil y el franquismo. Giulia Tamayo, responsable de Investigación y Políticas de la ONG, aseguró ayer a Servimedia que esta situación es "paradójica" e "inédita a nivel mundial" y que si el juez tuviera que sentarse en el banquillo y abandonar su puesto "sintetizaría el extremo desprecio a los derechos de las víctimas".
La ha limpiado hasta con alcohol. No hay manera. "No soy un guarro, es que no sale", se excusa. La prótesis de silicona tiene poros, pero también mugre. La mano falsa es más morena que la otra. "Pagué 5.000 euros, era la más barata". Habla mientras la encaja.