Las cuentas del Estado para 2010
El esfuerzo fiscal que el Gobierno ha pedido a los contribuyentes para cuadrar las cuentas de 2010 recaerá principalmente en las rentas medias. La vicepresidenta y ministra de Economía, Elena Salgado, despejó ayer la incógnita fiscal para el año próximo.
Cuadrar las cuentas públicas del año que viene no será fácil. La economía, aunque menos que en 2009, volverá a caer. Y el empleo, también. Sin embargo, el Ejecutivo ha vuelto a recurrir al optimismo antropológico del que constantemente hace gala su presidente y ha planeado ingresar 121.626 millones de euros, un 21,2% más que la previsión de cierre de 2009 y tras la cesión de impuestos a comunidades y ayuntamientos.
En términos anuales, la subida de impuestos que prevé el Gobierno elevará en términos anuales en 5.150 millones los ingresos por IVA y en 6.500 millones los del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). En este último, la supresión general de la deducción de 400 euros permitirá recaudar 5.700 millones más.
Después de la supresión de los 400 euros en el IRPF, la subida de mayor calado aprobada ayer por el Gobierno es la subida del IVA. Este impuesto grava el valor añadido en toda la cadena de producción de bienes y servicios y, finalmente, lo paga el consumidor.
Pasa la factura y llega el dilema. Los planes de estímulo de la economía puestos en marcha por los Gobiernos para amortiguar la crisis económica, la menor recaudación de impuestos asociada a la recesión y el mayor gasto vinculado al aumento del desempleo están devorando las cuentas públicas de la mayoría de países.
A partir del lunes se pone en marcha la maquinaria socialista para sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado de 2010, aprobados ayer en Consejo de Ministros y salvar así el segundo año de la segunda legislatura de José Luis Rodríguez Zapatero.
Los teloneros alargaron los discursos en Silleda para que el presidente nacional del PP, Mariano Rajoy, saltase al escenario de la romería mitin de Pontevedra con toda la información sobre la subida de impuestos que anunciaba a esa misma hora la vicepresidenta segunda del Gobierno, Elena Salgado.
Los impuestos son los nervios de la economía. Y cuando se tocan, hay calambres. Aunque obviamente por razones distintas, ni los sindicatos ni la patronal recibieron ayer con buena cara los anuncios sobre la reforma impositiva aprobada por el Gobierno.