El Gobierno argentino discute cómo lograr un acuerdo con el FMI
El ministro de Economía, Roberto Lavagna, jura su cargo hasta las elecciones de 2003
La crisis política que desbarrancó casi hasta el abismo al Gobierno interino de Eduardo Duhalde se cerró ayer de forma provisional cuando el nuevo ministro de Economía, Roberto Lavagna, asumió formalmente mantener el barco a flote hasta las elecciones convocadas para septiembre de 2003. En la residencia presidencial de Olivos, una asamblea de funcionarios y dirigentes políticos discutía las medidas que deben tomarse para firmar un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) a fines de mayo.
La renovación del equipo se completará con los reemplazos en los próximos días del jefe de Gabinete, el de la Producción y, probablemente, de otros dos ministros. Duhalde, agobiado ante las presiones, fue emplazado a cumplir en los próximos 90 días con el acta de 14 puntos que firmó con los gobernadores peronistas, una versión de la recomendación de Maquiavelo al Príncipe que se recuerda popularmente como 'cambiar algo para que todo siga igual'. Lavagna admitió que sólo se producirán retoques de las medidas anunciadas y comprometidas por el ex ministro Jorge Remes Lenicov con los directivos del FMI.
Los anuncios que había hecho Duhalde sobre el anclaje de la cotización del dólar para fijarlo transitoriamente en un determinado valor, en contra de la flotación libre que recomienda el FMI, están sujetos ahora a revisión. También se va a reconsiderar el proyecto de canje de bonos de deuda a pagar de cinco a 10 años por los depósitos a plazo de los ahorradores, para evitar la quiebra de los principales bancos públicos y privados.
Duhalde cuenta ahora con el apoyo de los legisladores que responden a los gobernadores peronistas de Córdoba y Santa Fe, además de los propios para intentar la aprobación, con reformas, de un proyecto de ley que permita destrabar en parte las restricciones al retiro de fondos de los bancos. El Banco Central ha decidido mantener el festivo indefinido que rige desde hace una semana sobre el mercado cambiario hasta que se decida qué hacer con el dólar. Entretanto, las operaciones se siguen realizando en las cuevas del centro de Buenos Aires a valores que oscilan alrededor de 3,50 pesos por dólar. La Corte Suprema, ajustó aún más la llamada ley tapón aprobada el pasado jueves por el Parlamento al recoger una iniciativa de la mayoría de los jueces de tribunales inferiores y ordenar a los fiscales que 'suspendan las diligencias de secuestro de dinero con motivo de los llamados corralitos'. Ningún cliente contará ya con el apoyo de la justicia para obligar al banco a devolverle su dinero, aun cuando el juez le haya concedido el amparo a su recurso. La nueva ley obliga a las partes, el banco y el cliente, a dejar el depósito congelado hasta que un tribunal superior dicte la sentencia definitiva.
A su vez, el Ejecutivo sugirió a los legisladores, que todavía responden a los gobernadores peronistas, que demoren en el Congreso el trámite de Juicio Político que se inició contra los miembros de la Corte. Para todos se trata de ganar tiempo. 'Tenés que aguantar hasta septiembre de 2003', le dijo en tono imperativo el ex piloto de fórmula 1 Carlos Reuteman, actual gobernador de la provincia de Santa Fe, cuando el presidente Duhalde ofrecía su renuncia el pasado miércoles. Reuteman y José Manuel de la Sota, gobernador de Córdoba, son los precandidatos peronistas a la sucesión.
La obediencia debida de Duhalde le ha obligado a dejar en el camino no sólo el discurso con el que asumió, una 'nueva alianza entre la producción y el trabajo', en contra de la que a su juicio el Estado había hecho con los sectores financieros, sino también a gran parte de sus aliados de base. El sector combativo de la poderosa Confederación General del Trabajo ya anunció que se retira del diálogo ante la evidente opción del Gobierno de Duhalde por las condiciones del FMI. Las centrales sindicales retomarán esta semana los planes de lucha suspendidos y han anunciado movilizaciones y huelgas.
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