Un escándalo político que la justicia investiga con lentitud
En marzo de 1999, hace dos años, dos profesores de los centros de Fidel Pallerols denunciaron una supuesta estafa con el uso indebido de fondos para la formación de parados (unos 1.000 millones de pesetas). El caso sólo ha tenido repercusiones de índole política, pero no judiciales. Acusado de fraude a las ayudas comunitarias, falsificación de documentos, delitos fiscales y financiación irregular a Unió Democràtica, Fidel Pallerols está imputado en una causa que, hasta ahora, sólo le ha reportado un par de citaciones ante el juzgado y una fianza en una causa penal extremadamente lenta. Nuevos retrasos se anuncian, ya que el juez instructor del caso, Josep Niubó, cambiará de destino, proyectado hacia la Audiencia de Barcelona.
Sin embargo este escándalo, que motivó el bloqueo de los fondos comunitarios a Cataluña decretado por la comisaria europea de Asuntos Sociales, Anna Diamantopuolou, sí ha tenido repercusiones políticas. El sumario del 'caso Pallerols', que incluye vídeos y cintas de personajes relacionados con Unió recibiendo dinero del empresario de las academias, ponía al descubierto supuestos pagos en dinero y especies (de fotocopiadoras a lujos personales) a varios dirigentes de Unió Democràtica.
Otras investigaciones periodísticas pusieron sobre la mesa que dos fundaciones ligadas a Unió recibían fuertes asignaciones de fondos para formar parados. Estas fundaciones pagaron coches para los dirigentes de Unió (Fundación Fesec) e incluso los viajes de proyección exterior del líder democristiano, Josep Antoni Duran Lleida (Fundación Fecea). Uno de los centros que recibía más ayudas pagaba un sueldo a una cuñada de Duran mientras ésta trabajada a tiempo completo para el partido. Otros centros propiedad de amigos, ex socios y empleados de la familia de Josep Sánchez Llibre, secretario de organización de UDC, también recibían ayudas de la Generalitat para formar parados.
Cien centros de UDC
Un centenar de centros receptores de ayudas públicas para formar parados recibían fondos administrados por el departamento de Trabajo, que durante 19 años ha estado en manos de políticos del partido de Duran Lleida. Todo este asunto costó la dimisión al ex consejero de Trabajo y presidente de Unió, Ignasi Farreres. Incluso en una reciente asamblea en un distrito de Barcelona, los militantes de Unió le pedían a la cara a Duran que dimitiera por la implicación del partido en el tema de las ayudas de Trabajo. Duran sigue afirmando que el partido no se financió a través de centros de formación de parados.
En este departamento de la Generalitat han dado de baja a los centros de Pallerols del censo de academias receptoras de ayudas. Sin embargo, Fidel Pallerols hace alarde de que 'un partido político' ha pagado el abogado.
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