25 cursos a presos que nunca existieron

La primera trinchera defensiva cuando saltó el escándalo del fraude en el Instituto Municipal para el Empleo y la Formación Empresarial (IMEFE) de Madrid, la preparó el alcalde, José María Álvarez del Manzano: 'Es un tema viejo que se rescata por demagogia'. Entonces sólo se conocía que empresas con nula o raquítica plantilla, gestionadas por militantes del PP, copaban el 25% de lo facturado por el IMEFE desde 1996. Este diario comprobó que 25 cursos a presos cobrados por una de las empresas supuestamente favorecidas, Ifomar, nunca se dieron. El IMEFE presentó una querella, pues los cursos no impartidos suponían al menos 50 millones de pesetas.

El organismo municipal no advirtió esta estafa al aceptar que los cursos para expendedor de estación de servicio para presos debían durar nada menos que 200 horas; que la maquinaria necesaria para dar tales cursos costaba 400.000 pesetas ('¿Iban a meter una gasolinera en la cárcel o qué?', ironiza Isabel Vilallonga, edil socialista que destapó este fraude); que todos los cursos tenían igual fecha de inicio y que el profesorado costaba 6.500 pesetas por hora.

Las anomalías que han llevado a suspender 54 de los 130 cursos adjudicados por el IMEFE para este año posiblemente se produjeron en ejercicios anteriores, ya que, según Vilallonga, se dieron parecidas irregularidades: no identificación de alumnos; cursos impartidos por personal cuyo único título era ser dueño de la empresa contratada; ofertas a empresas del mismo grupo y sobrevaloración de costes de profesores, aulas y material. El Gobierno municipal del PP se defiende: 'Ha habido fraude, pero el dinero no ha financiado al PP'.