Bush gana la campaña electoral y llega con una corta ventaja a la cita con las urnas
"Necesito su ayuda", imploró ayer Al Gore en una iglesia afroamericana de Filadelfia, la baptista del Monte Carmelo. A 48 horas de la cita con el destino para el que sus padres le prepararon desde el nacimiento, la elección presidencial, Gore no estaba seguro de ganar frente a un George Bush que él mismo ha descrito como balbuciente e incapacitado para gobernar. El gobernador de Tejas, al que, según algunos sondeos, poco va a perjudicar el descubrimiento de su detención por conducir bebido hace 24 años, le llevaba una ligera delantera en las encuestas.