Robert de Niro recoge con gesto lacónico el Premio Donostia por toda su obra
El actor neoyorquino recibe el galardón de manos del intérprete español Javier Bardem
El Festival de San Sebastián necesitaba como agua de mayo una gran estrella, y ayer, por fin, la tuvo. Robert de Niro llegó con el viento, y mientras las olas del mar Cantábrico salpicaban la fachada del Kursaal, en su interior se desarrollaba una de las conferencias de prensa más soporíferas que se recuerdan.Lacónico y aburrido, De Niro es de esos actores que miran a los periodistas sin detenerse, con una mezcla de temor y desprecio que le impiden dar la cara.