El sector basado en las plantas aromáticas corre riesgo de extinción

Ya no hay gente dispuesta a darse caminatas de kilómetros y kilómetros para recoger un saco de plantas, como el romero o el tomillo, que valen muy poco. Esta consecuencia de los avances en la calidad de vida junto a la extracción masiva e incontrolada en las últimas décadas de estas plantas, que crecen de forma espontánea en el campo, está conduciendo a su desaparición. Los responsables de este sector, el de las plantas de extractos, aseguran que pronto será difícil encontrar estas plantas de uso tan cotidiano. Así lo han manifestado en el curso Las plantas de extractos (medicinales, aromáticas, esenciales y condimentarias) que se acaba de desarrollar en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo en Santander. Los recogedores no han dejado semillas ni tubérculos que puedan dar lugar a que las plantas se reproduzcan para seguir abasteciendo de principios activos a la industria cosmética, de plantas medicinales y de especias. La mayor competencia en este sector viene de regiones y países menos desarrollados donde hay mucha mano de obra barata, como Turquía, los Balcanes, el Este de Europa y el norte de África, explica el director del curso, el catedrático de Fitotecnia y decano del Colegio Oficial de Ingenieros Agrónomos de Centro y Canarias, José María Mateo Box.

La solución es el cultivo, que en España apenas se ha empezado a realizar, asegura este catedrático: "La planta espontánea no es la más ecológica porque lleva a la destrucción de la especie, por el pisoteo y la mala recogida, y al desnudo del suelo con los siguientes problemas de erosión".

En referencia a las especias, muchas de ellas se tienen que importar a pesar de que España tiene unas condiciones perfectas para producir el 90% de estos productos, aseguran los especialistas. En general, se calcula que España importa entre 10.000 y 15.000 millones de pesetas anuales en este tipo de plantas. Los expertos aseguran que es un sector con una potencialidad tremenda en España que, según Box, puede llegar a mover 50.000 millones de pesetas anuales.