El nuevo equipo considera al paro y la deuda lastres de la era Kohl

El acuerdo de coalición gubernamental, el documento de referencia de los próximos cuatro años, aborda una amplia gama de temas con diversos grados de detalle y comienza por considerar que los 4,4 millones de parados y la deuda estatal de 1,5 billones de marcos con unos intereses equivalentes a un 26% de los ingresos fiscales del Estado son dos de los lastres más notables de la herencia de la era Kohl. Con el fin de atajar el paro, el punto central del pacto, se convoca a sindicatos y empresarios a un Pacto por el Empleo. El Gobierno comenzará inmediatamente una ofensiva contra el paro juvenil, que debe proporcionar trabajo y empleo a 100.000 jóvenes, y que se centrará especialmente en el este de Alemania.

El nuevo Gobierno luchará contra el empleo ilegal y los salarios inferiores a los mínimos. Para ello incrementará las multas a quienes contraten a trabajadores clandestinos. Las grandes empresas responderán por la contratación ilegal de los subcontratistas.

Al asumir la presidencia de la UE, en enero, Alemania quiere comenzar un proceso de armonización de los impuestos sobre la energía a escala europea. El Gobierno se propone utilizar la presidencia para lograr eliminar la exención de impuestos que afecta a algunos combustibles, como el queroseno de los aviones.

La lucha contra el paro se amplía también a escala europea, donde se aspira a otro pacto por el empleo. Para luchar contra el paro se propone que la UE refuerce la investigación y el desarrollo de nuevas tecnologías y fomente las redes de infraestructura moderna transeuropeas. El nuevo Gobierno apoya la concentración de los fondos estructurales europeos en las regiones más débiles y más necesitadas de promoción. Las subvenciones serán simplificadas, descentralizadas y orientadas hacia criterios ecológicos así como generadores de empleo. Para los planes financieros del 2000 al 2006, Alemania mantendrá o, a ser posible, reducirá el límite de contribución al presupuesto de la UE. Las exportaciones de armamento fuera de países de la OTAN se autorizarán restrictivamente de acuerdo con el rasero de los derechos humanos.