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"Proyectamos un cambio, no una revolución", dice Schröder al presentar el Gobierno alemán

Pilar Bonet

El Partido Socialdemócrata Alemán y Los Verdes firmaron ayer en Bonn el pacto de coalición con el que quieren gobernar durante los próximos cuatro años, en una ceremonia regada con champaña y decorada con claveles rojos y girasoles. El documento, cuyo eje central es la lucha contra el desempleo, fue criticado ayer desde las filas de la coalición conservadora saliente y desde diversos sectores de la economía, así como por los grandes institutos alemanes que, en su informe de otoño, advirtieron sobre un previsible escaso efecto de la reforma fiscal sobre el desempleo.

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"Lo que proyectamos es un cambio, no una revolución", dijo ayer Schröder en una rueda de prensa en la que defendió una política basada en "la innovación y la justicia social". En previsión de expectativas demasiado altas, el futuro canciller se puso ya a la defensiva durante la presentación del documento de coalición junto al verde Joschka Fischer, el ministro de Exteriores. En un tono que recordaba a Helmut Kohl, Schröder manifestó que la coalición llega al Gobierno en una situación internacional que "difícilmente hubiera podido ser peor". Entre sus prioridades internacionales, los nuevos dirigentes quieren acabar con la violencia en Kosovo, ampliar la Unión Europea al Este y contribuir a la estabilización en Rusia. Tanto el futuro canciller como Fischer tuvieron que salir en defensa de la reforma fiscal y los capítulos económicos del programa. Schröder dijo que la política económica se basará en una relación equilibrada entre la política de oferta y la política de demanda y acusó al Gobierno anterior de haber causado un incremento del paro con una línea orientada hacia la oferta durante 16 años. Fischer, por su parte, reconoció que hubiera querido una mayor reducción de la carga fiscal, pero señaló que ésta no era financiable. La evolución del paro, dijo, será el "rasero" para medir el éxito del Gobierno. El compromiso de abandonar la energía nuclear supone un giro radical, afirmó.

Los socialdemócratas y Los Verdes respetaron ayer la igualdad entre los sexos en la firma del pacto de coalición, un documento de 50 páginas negociado en quince días. Los firmantes fueron cuatro hombres y cuatro mujeres, todos ellos miembros del Gabinete, que experimenta ligeros cambios respecto a la estructura del anterior. En total se trata de 15 ministerios (incluido el ministro responsable de Asuntos de la Cancillería), además del puesto de titular de la cancillería. No habrá un Ministerio de Cultura, sino que éste estará subordinado directamente a la cancillería. En contra de lo previsto, tampoco habrá un ministerio específicamente dedicado al Este de Alemania. Se produce también un reforzamiento del Ministerio de Finanzas con algunas competencias del Ministerio de Economía, incluida la política europea. En total, Los Verdes obtienen tres ministerios, el de Exteriores, que ocupará Fischer; el de Medio Ambiente, que ocupará Jürgen Trittin, y el de Sanidad, que ocupará Andrea Fischer. Uno de los ministros, Werner Müller, que ocupará la cartera de Economía en lugar del empresario Jost Stollmann, inicialmente previsto para el cargo, no milita en ningún partido. Las mujeres ocupan cinco carteras (Justicia, Familia, Sanidad, Educación y Desarrollo).

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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