_
_
_
_

El poeta Juan Gelman se enfrenta a la pesadilla de su nieto desaparecido

El escritor argentino declara hoy ante el juez Garzón sobre el genocidio militar

Juan Gelman lleva 22 años buscando a su nieto. No sabe realmente si nació o no, si es hombre o mujer. Pero eso importa poco. 'Lo buscaré hasta que me muera". Lo dice con un punto de ironía que no mitiga el drama: 'Fue el legado que me dejó mi hijo Marcelo, encontrar a su mujer y a su niño". Su hijo y su nuera, la española Claudia García, fueron secuestrados en 1976 por militares argentinos, cuando ella estaba embarazada de siete meses. Gelman cuenta hoy su pesadilla al juez Garzón y no pierde la esperanza de encontrar a aquel bebé y castigar a los culpables. Sólo una cosa lo impediría: que el niño apropiado por una familia de militares no quiera saber quién es. "Igual no desea volver, o prefiere no aparecer: tiene más años ya que su padre cuando lo mataron".

Juan Gelman (Buenos Aires, 1930) sigue escribiendo escuetos libros de poemas. Una de las voces más singulares de su generación, premio Nacional en su país el año pasado, Gelman escribe versos que mezclan lo social y lo místico, la desesperanza con una fe inquebrantable en el hombre. Pero la literatura, que le ha salvado del derrumbe, no parece ya tan crucial para él como la justicia. El autor de Sí dulcemente y una quincena de títulos más -muchos de ellos recogidos en De palabra (editorial Visor)- no ha traído poemas nuevos a España. Sólo un prosaico informe de 250 páginas -"recoge todas las averiguaciones sobre mi nuera y mi nieto"-, que le entregará hoy al magistrado de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón, instructor del sumario que investiga el destino de los españoles represaliados por la dictadura argentina (1976-1983).Pero Gelman no ha venido sólo a eso. "He tenido noticias esperanzadoras de gente exiliada aquí que podría saber algo de mi nieto". Y eso aumenta la certeza de que aquel niño llegó a nacer. "Era hijo de subversivos, y ellos tenían que librarlo de ese futuro. Ésa era su única razón para darle la vida". Pero 22 años llenos de razones como ésa es mucho tiempo. "¿Qué habrá oído ese chico en el comedor de su casa? ¿Qué habrá estudiado? ¿Será militar, como su padre falso? ¿O un apropiado rebelde, como las hijas de los marios que - hace poco quisieron saber si sus padres fueron, represores?"

Él mismo animó hace poco desde su tribuna en el diario Página 12 a que los hijos de los militares preguntaran a sus padres si estuvieron entre los 12.000 soldados que mataron o hicieron desaparecer a entre 10.000 y 30.000 personas. Un intento más de romper el silencio, de saber si el niño nació, como cree Gelman, "en un hospital militar al que su madre, condenada a muerte, llegó con los ojos vendados". Si fue así, sus apellidos reales son Gelman García Iruretagoyena. Su padre era Marcelo Gelman. Su madre, Claudia García Iruretagoyena, hija de español. Él tenía 20 años y ella 19 cuando se los llevaron, el 24 de agosto de 1976. "Los metieron en un campo de concentración, Automotores Orletti, que los militares apodaban El jardín. Marcelo fue torturado. Trece años después, sus restos aparecieron metidos en un tambor de cemento y arena junto a los de siete compañeros. Los forenses dijeron que le habían pegado un tiro en la nuca a menos de 50 centímetros".

Gelman acababa de regresar entonces de sus 12 años de destierro europeo. Enterró a su hijo y se marchó a México. Allí sigue hoy, "tan exiliado como entonces", aunque ahora "de esa democracia falsaria que no juzga a los culpables y se atreve a criticar los sumarios abiertos por jueces extranjeros como una injerencia a la soberanía, mientras malvende el país a las multinacionales y lo justifica en la globalización".

Pese al dolor de su historia, Juan Gelman sigue entero. Se define como un "poeta por pereza", pero le quedan fuerzas para ejercer la ironía, el humor corrosivo y el compromiso incansable: "La única patria importante es la vida, y, corresponde defenderla. Además alguien dijo que la buena suerte sólo es una breve interrupción de la mala suerte".

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
Recíbelo

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_