Un espía de misa dominical

El presidente de Hermanos al Rescate, José Basulto, dijo ayer que la huida a La Habana del piloto Juan Pablo Roque le hace sospechar que el ataque contra dos de sus aviones el sábado pasado estaba previamente planificado por el Gobierno cubano y que Roque formaba parte de una operación propagandística para encubrirlo.Basulto afirmó en una conferencia de prensa que la desaparición de Roque, justamente un día antes del derribo de las avionetas, permite pensar que el piloto fue reclamado intencionadamente por el Gobierno cubano, para el que, en opinión de Basulto, trabajaba como espía.

Según el presidente de Hermanos al Rescate, las autoridades cubanas contaban con que el sábado serían derribados todos los aviones de la escuadrilla de esa organización y que Roque podría ser presentado posteriormente como uno de los supervivientes con el fin de que diese testimonio de que las avionetas volaban dentro del espacio aereo cubano. "El hecho de que nuestro avión escapara del ataque les desmontó toda la operación", declaró Basulto.

Roque, que había tomado parte en al menos 11 vuelos de Hermanos al Rescate, escapó de Cuba hace cuatro años, cuando era un alto oficial de la Fuerza Aérea de ese país. El viernes pasado abandonó su domicilio sin conocimiento siquiera de su esposa, Ana. "Estoy destrozada", declaró la esposa. "Me siento traicionada. No tengo ni idea de qué es lo que le hizo irse. Yo estaba enamorada de un hombre que era un buen hombre, un buen padre de familia con el que iba a misa cada domingo, y de repente descubro que es un espía, que probablemente ha sido un espía todo este tiempo".