La última marea de flétan negro

Las últimas 100 toneladas de fletán negro, del cupo de las algo más de 12.000 asignadas a la flota congeladora española en el acuerdo de la Unión Europea con Canadá, están siendo pescadas durante estos días por el congelador Comboroya IV, con base en Vigo. De la flota de 36 buques que faenaban al fletán en aguas de NAFO (Asociación de Países Pescadores en el Atlántico Norte) al iniciarse el conflicto con Canadá, 16 permanecen amarrados en puerto, sin caladeros a la vista.Otros 14 buques, los más pequeños, faenan en mares africanos: nueve en Guinea, al choco y pescado de escama (no se consume); tres en Angola, a la merluza, y dos en Mauritania, a la merluza y cefalópodos. "Todos ellos, según sus armadores, están a punto de volver a puerto por que los resultados no están siendo buenos", según manifestaron fuentes de la cooperativa de armadores de Vigo.

Del resto de la flota fletanera otros dos buques faenan en el Atlántico suroeste, fuera de las 200 millas territoriales de Argentina e Islas Malvinas, un buque se halla en campaña de prospección de la especie granadero en Groenlandia, y otro entrará hoy o mañana en el puerto de Vigo con su última marea de fletán negro de NAFO.

Sin alternativas

Una honda decepción se respira aun en los medios pesqueros gallegos por la solución dada al conflicto del fletán, que alcanzó su máxima crispación el 9 de marzo con el apresamiento del congelador Estai por patrulleras canadienses. Las manifestaciones populares, en Vigo y en Madrid y los múltiples pronunciamientos políticos en torno al problema, alcanzaron en definitiva resultados genéricamente considerados muy pobres. Varios barcos enviados, posteriormente, al mar de Barents (al norte de Noruega) tuvieron que volver por problemas diplomáticos y sectoriales, ya que los bacaladeros que faenaban en zona, también se opusieron."Algún día habrá que contar con calina, cómo ha podido suceder todo lo que ha sucedido", lamentan las mismas fuentes antes de recordar que en 1989 la flota congeladora española estaba formada por 217 buques; hoy son 112. El resto de las flotas pesqueras ha sufrido reducciones análogas: las 81 parejas de bacaladeros de 1989 son hoy 22 parejas, que trabajan dos meses al año. De los 461 barcos que faenaban en el Gran Sol en 1981, actualmente sólo lo hacen 224 " y con unos condicionantes discriminatorios que teóricamente deben desaparecer el próximo año, pero habrá que verlo. ¿Hasta dónde quieren llevar las mermas de flota?", se lamentan las fuentes consultadas.