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Tribuna:III CONFERENCIA SOBRE POBLACION Y DESARROLLO
Tribuna
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La persistencia del hambre es el mayor desafío

Como proyecto para el siglo XXI, el borrador del Programa de Acción que se presenta en El Cairo es un documento ambicioso. Más incluso que Agenda 21, la conclusión de la Cumbre de la Tierra celebrada en 1992 en Río de Janeiro, que ha quedado como un conjunto de buenas intenciones que carece de la financiación adecuada, este borrador llega hasta el fondo de la crisis ecológica mundial: la relación entre la población y los recursos.El borrador reconoce que población y desarrollo, así como las cuestiones sociales y medioambientales, se entrelazan en el tejido de nuestras vidas. Establece conexiones básicas entre la cantidad de seres humanos y la calidad de sus vidas y compagina muy hábilmente prioridades que compiten entre sí en un intento por anclar la concienciación respecto a la población en nuestra forma de vida.

Lo que es más importante, el borrador está hecho a la medida del individuo. Como tal, contiene algunas contradicciones que sin duda serán objeto de un acalorado debate. Insiste, por ejemplo, en el "crecimiento económico sostenido" y en la necesidad de incluir a todos en la economía mundial, en un momento en el que el conocimiento indígena, las tecnologías tradicionales y las economías locales parecen a me nudo mejores ejemplos de lo que puede ser sostenible desde el punto de vista medioambiental.

A la conferencia le resultará imposible evitar muchas cuestiones que resultaban demasiado complejas o demasiado delicadas desde el punto de vista político para ser tratadas en reuniones anteriores. Se han propuesto programas para mejorar la situación de la mujer, reformar el reparto de la tierra, hacer frente a la emigración, reducir el consumo de recursos en los países industrializados y hacer más accesibles para los adolescentes la atención sanitaria y la educación en lo relativo a reproducción.

Naturalmente, todos estos programas que se han propuesto. Son fundamentales y sin duda la conferencia se centrará en gran medida en conseguir fondos para ellos. No obstante, me sentiría desilusionado si todo el debate se centrara en modelos retóricos y económicos. Hay un destino humano en el centro de esta discusión que no implica ni la reestructuración de la deuda ni el desarrollo sino, al menos a corto plazo, ayuda de emergencia. Porque la financiación no es el obstáculo más desalentador en la carrera para controlar el crecimiento de la población.

Pobreza y desnutrición

El mayor desafío es la persistencia del hambre. Más de 1.000 millones de personas viven en la pobreza y casi 2.000 millones carecen de agua potable.

Sin embargo, no parece que haya ningún plan táctico en el borrador para remediar la miseria, aparte de promesas de "combatir la pobreza". En un planteamiento circular, el "desarrollo económico sostenido" se considera el remedio para la pobreza, que, a su vez, se ve como el obstáculo para el desarrollo.

Ya he visto adónde llevan buenas intenciones como ésas En la accidentada y erosionada zona montañosa de Haití presencié programas de reforestación pensados para evitar que lo que quedaba del suelo vegetal fuera, arrastrado al mar por las lluvias estacionales. La gente del lugar comprendió muy bien los objetivos del programa. Se daban cuenta de las ventajas, pero estaban desesperados, y habían perdido la fe en su gobierno y en las agencias internacionales.

Sencillamente, se le! había acabado el tiempo. Así que por la noche, poco después de que se trasplantaran los arbolitos, los arrancaron para usarlos como leña. Pasó lo mismo una y otra vez: "Necesitamos la madera ahora", e incluso más incisivamente: "Si dejamos crecer los árboles, otros se los llevarán".

Aprendí que donde la lucha diaria por la vida absorbe a la gente, la conciencia ecológica es un lujo. Una persona con hambre no puede centrarse en los libros. A una persona con hambre le importan poco los debates parlamentarios.Los numerosos hombres y mujeres que participaron en las tres reuniones del comité preparatorio que elaboró el borrador pueden sentirse orgullosos de este documento, que, si se acepta en su forma actual o en una semejante ampliará el debate sobre el futuro del planeta. La educación, la planificación familiar, la democracia y la mejora de la situación de la mujer son las claves esenciales para ralentizar el crecimientó de la población y garantizar la calidad de vida a todo el mundo. Pero no olvidemos que para esos miles de millones de personas que viven con hambre, lo fundamental siguen siendo las calorías.

J. M. Cousteau es especialista en medio ambiente e hijo del oceanógrafo Jacques Cousteau

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