Nicaragua destruye 750 kilos de leche en polvo donada por España
Los niños nicaragüenses se quedaron sin leche asturiana. Los 750 kilos de leche en polvo que la Universidad Autónoma de Madrid donó y envió a Nicaragua el pasado 22 de diciembre fueron requisados por el Ministerio de Agricultura y Ganadería de dicho país. Las razones que alegó el Gobierno nicaragüense fueron que la leche española no superaba los certificados sanitarios necesarios, y, concretamente, que no se había seguido un proceso de uperización adecuado.
La Universidad Autónoma de Madrid y la Central Lechera Asturiana, a la que se compró la leche por 200.000 pesetas, e incluso el propio embajador de Nicaragua en España, Filadelfo Chamorro, han vuelto a enviar, una vez conocidos los detalles de la retención, los certificados sanitarios y veterinarios requeridos."Todo estaba en orden, pero ellos [las autoridades ministeriales] aseguraban que la leche provenía de un país aftoso (donde se puede originar la fiebre de malta), que estaba fuera del convenio de países de la Unión Europea y que la leche no se había esterilizado a temperatura adecuada", detalla María José Martín, miembro de Comisiones Obreras y directora de la Fundación Madrid, Paz y Solidaridad.
Esfuerzo inútil
"Sólo cabe pensar que tras esta maniobra pueda haber algún interés oculto. Es sospechoso que esta decisión la tome Agricultura y no el Ministerio de Sanidad, que es a quien corresponden estas competencias", detalla Martín.A pesar de todo, la leche no fue despachada y se convirtió en cenizas el pasado 2 de marzo. "La actitud del ministerio nicaragüense ha sido tajante y bastante desafortunada. Es lamentable que ocurran estas cosas, después del esfuerzo y la campaña que se ha hecho para conseguir este tipo de ayuda", afirma Raúl Villar, rector de la Autónoma, quien asegura que la única solución que queda ya es pedir una indemnización a las autoridades de Nicaragua.
Ante los hechos ocurridos, la ministra de Sanidad nicaragüense, Marta Palacio, ha intervenido e incluso ha estudiado la posibilidad de reponer la leche quemada. Los 750 kilos de leche en polvo se convertirían en 7.500 litros. Y servirían para alimentar durante seis meses a los 76 niños que residen en el Centro de Desarrollo Infantil Fernando Villa Landa y a los que ocupan el hospital Alejandro Dávila Bolaños, en la localidad de Estelí (Nicaragua).
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