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Londres invoca el "derecho a la defensa propia"

Enric González

El ministro de Defensa británico, Malcolm Rifkind, afirmó ayer que los ataques contra Irak estaban justificados por el "derecho a la defensa propia" de las fuerzas norteamericanas y europeas en el golfo Pérsico. "Las instalaciones de radares y misiles antiaéreos suponían una clara amenaza para la seguridad de los pilotos que vigilan el cumplimiento de los acuerdos de alto el fuego y de las resoluciones de las Naciones Unidas", explicó el ministro.

El Reino Unido participó con cuatro bombarderos Tornado y dos aviones nodriza en la operación militar de ayer. Uno de los Tornado británicos no llegó a descargar sus bombas "porque no localizó con total precisión su objetivo y, de acuerdo con las instrucciones recibidas, prefirió no poner en peligro los edificios contiguos", de acuerdo con las explicaciones del ministro Rifkind ante la Cámara de los Comunes.

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El Gobierno británico expresó su "total acuerdo" con Washington y anunció que seguiría "cooperando con nuestros aliados en nuevas operaciones militares, si éstas fueran necesarias para proteger a las minorías kurda y shií en territorio de Irak, para garantizar la seguridad de nuestras tropas o para forzar el respeto al Derecho ' Internacional", en palabras de Rifkind. La oposición laborista mantuvo as¡mismo su apoyo oficial a los ataques contra Irak.

Signos de incomodidad

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Se percibieron, sin embargo, signos de incomodidad tanto por parte del Gobierno como de la oposición. El primer ministro británico, John Major, habló por teléfono hasta seis veces durante el fin de semana con el presidente cesante George Bush, para expresarle su interés en mantener los ataque "en una proporción correcta a las ofensas iraquíes" y para advertirle del riesgo de que la coalición occidental pudiera enemistarse con países árabes por unas represalias "excesivas", según dijeron a la BBC fuentes de Downing Street.

El portavoz laborista para asuntos de Defensa pidió a su vez "mucha cautela" en el Parlamento, para evitar que la creciente tensión en el Golfo "desemboque en un puro enfrentamiento personal contra Sadam Husein, que muchos no comprenderíamos".

Un portavoz del Foreign Office afirmó ayer que los dos súbditos británicos que se encuentran en una prisión de Irak "no corren ningún riesgo", y descartó la posibilidad de que fueran utilizados como "escudos humanos" en instalaciones de interés estratégico, tal como ocurrió en la guerra de hace dos años.

Por otra parte, el Foreign. Office recomendó a las compañías aéreas británicas que suspendieran sus vuelos a Kuwait y a la región nororiental de Arabia Saudí.

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