Francia tiene mala conciencia del "doble rasero" occidental

El doble rasero aplicado por los occidentales en su defensa del "nuevo orden mundial" empieza a remorder la conciencia de los franceses. No obstante, François Mitterrand, fiel hasta el último minuto a su amistad personal y política con Georges Bush, volvió ayer a aportar la ayuda de su país a un ataque norteamericano contra objetivos iraquies. Seis aviones Mirage 2000 y un avión de abastecimiento C-135 colaboraron en el nuevo bombardeo de Irak.El Ministerio francés de Asuntos Exteriores aseguró que, en sus dos conversaciones telefónicas con Bush del pasado fin de semana, Mitterrand le reiteró su apoyo a la actual ofensiva antiiraquí. El Qua¡ d'Orsay quiso así disipar cualquier impresión de desacuerdo entre París y Washington a propósito del ataque con misiles contra Bagdad realizado en la noche del domingo, una operación fríamente calificada por el Ministerio de Defensa francés de "exclusivamente norteamericana".

Si la Francia oficial se niega a criticar a Bush, la Francia real se interroga sobre la existencia de un doble rasero en la defensa del Derecho Internacional.

En un editorial de Liberation titulado Las Naciones Unidas en el papel de comparsa, Mark Kravetz puso ayer el acento en el hecho de que los occidentales no parecen tener prisa por obligar a Israel a aplicar la resolución de la ONU que le obliga a repatriar a los palestinos desterrados, o forzar a los serbios a detener su agresiones en Bosnia. "Se sataniza a Sadam", añadía Kravetz, "pero se trata como interlocutor privilegiado a un régimen dictatorial instalado en Damasco".

Falta de credibilidad

El pasado sábado, el ex ministro socialista Lionel Jospin habló del peligro de "falta de credibilidad" que pesa sobre los defensores occidentales del Derecho Internacional si no aplican la "misma firmeza" a Israel o Serbia.

En Le Monde, el comentarista Francis Cornu afirmó ayer que "los que critican la posición norteamericana al tiempo que condenan categóricamente a Bagdad disponen ahora de argumentos suplementarios". Y recordó que el islamismo "se alimenta de la denuncia persistente de la política del doble rasero".

Fuentes militares francesas confirmaron que Francia se ha visto "sorprendida" por la actitud de Bush, y medios diplomáticos subrayaron la "voluntad de Francia, muy superior a la de Washington, de hacer aplicar todas las resoluciones de las Naciones Unidas".

No sienten los franceses el ardor bélico que acompañó la guerra de liberación de Kuwait.