La Liga Árabe lamenta la escalada contra Irak

Los Gobiernos árabes han optado individualmente por mantener la boca cerrada y recurrieron a la voz de la heterogénea Liga Árabe para denunciar la ambigüedad de la comunidad internacional y exigir moderación a las potencias de la alianza occidental. Tras el bombardeo de Bagdad, la Liga tardó 12 horas en lamentar el "uso de la fuerza" y "la escalada contra Irak".Cuidadosamente elaborado, el comunicado de la Liga, con sede en El Cairo, constituye la acción mas enérgica emprendida por los árabes desde el estallido de las hostilidades. "La Liga subraya la necesidad de observar moderación y recurrir al diálogo", señala tibiamente el documento, que exhorta a Irak a respetar la soberanía de Kuwa¡t.

El dirigente libio, Muammar el Gaddafi, se entrevistó ayer con Hosni Mubarak, presidente egipcio, para discutir la acción alida, pero el contenido de su entrevista no trascendió.

La opinión pública de la mayoría de los países árabes no tiene simpatía hacia el régimen de Bagdad, pero la ofensiva de los aliados occidentales ha generado una nueva corriente de rabia. No tiene la misma intensidad que hace dos años, pero está cargada de un pesado sentimiento de frustración e impotencia.

Los árabes que ayudaron a expulsar a los iraquíes de Kuwait están defraudados. En el nuevo orden internacional diseñado por Bush, dicen, las Naciones Un¡das se han convertido en un instrumento de Washington.

Mujeres musulmanas son violadas por los serbios en Bosnia. Adolescentes palestinos mueren a diario en los territorios ocupados por tropas de Israel. Más de 400 palestinos permanecen en el sur de Líbano, desterrados por Tel-Aviv en abierto desafío a la ley internacional. La pregunta que se hacen los árabes es simple: ¿dónde está la determinación occidental para hacer cumplir decisiones del Consejo de Seguridad que dicen defender a los árabes y a los musulmanes?

Ammán ha adoptado el tono más duro. En el Parlamento jordano se debate una moción para condenar los ataques contra Irak como "una bárbara agresión" y el Gobierno ha sido el más crítico ante la estretagia estadounidense y el papel de la ONU. "Todo esto es una tragicomedia", dijo el ministro de Información jordano.

Los árabes contemplan impotentes la falta de firmeza occidental para aplicar la resolución 799, que condena las expulsiones de los palestinos por Israel. El comunicado emitido ayer por la Liga Árabe advierte que el desequilibrio "causa una falta de confianza" y puede generar "reacciones negativas en el mundo árabe y musulmán".

Incluso los más enconados rivales de Irak han manifestado sus reservas sobre la legalidad de las zonas de exclusión impuestas por Estados Unidos, el Reino Unido y Francia. Siria, el principal enemigo de Sadam Husein, ha manifestado claramente su oposición a cualquier plan que conlleve la partición de Irak.

Frías reacciones

La prensa oficial del Golfo hace llamamientos para el derrocamiento de Sadam, pero ninguno de los Gobiernos de la zona, a excepción de Kuwait, ha aplaudido el castigo aliado contra Irak. Los saudíes, que financiaron la campaña contra Bagdad y que se han brindado a mantener bases militares norteamericanas con carácter más o menos indefinido, han sido muy discretos esta vez. Conscientes de que una nueva demostración de apoyo a Estados Unidos es una invitación a duras críticas de la creciente oposición de los fundamentalistas islámicos, el rey Fahd se ha abstenido de hacer declaraciones.

Los palestinos, incluida la OLP, han denunciado con dureza los ataques norteamericanos contra Irak.