García Márquez desmiente en Cuba el rumor de sus discrepancias con Castro
El escritor colombiano asegura que no tiene intención de abandonar la isla
El escritor colombiano Gabriel García Márquez ironizó el martes sobre las informaciones que dan cuenta de su supuesto distanciamiento de Cuba y de Fidel Castro, en el curso de la inauguración en La Habana de una moderna sala de cine, construida en las instalaciones de la Fundación de Cine Latinoamericano, una institución que él mismo creó en 1986 y que dirige en la actualidad. Gabriel García Márquez, que llegó a Cuba a principios de diciembre para asistir al 14º Festival del Nuevo Cine Latinoamericano, que concluye mañana, viernes, quiso que su discurso sirviese para desmentir públicamente sus presuntas discrepancias con la revolución de Fi del Castro.
"Como le ocurre al cine, tal vez yo no sea más que una ilusión óptica", dijo con mordacidad Gabriel García Márquez, al referirse a "algunas noticias aparecidas en cierta prensa europea" que informaron recientemente que él no se encontraba ya en Cuba, ni volvería allí jamás.El premio Nobel de Literatura colombiano se burló de dichas especulaciones y lo hizo ante el selecto público que asistió a la inauguración de la sala cinematográfica Glauber Rocha, situada en el barrio diplomático de Siboney, a las afuera de La Habana. "Dicen", afirmó el novelista, "que estoy sacando con sigilo mis libros mis muebles y mis cuadros del gran palacio que Fidel Castro me regaló en La Habana". "Dicen también", añadió, que a través de una embajada en esta capital, me llevo una te rrible novela que escribí aquí contra el presidente cubano, Fidel Castro". El escritor dijo todo esto mientras las risas re corrían la sala, en la que se en contraba la primera dama de Francia, Danielle Mitterrand; el ministro cubano de Cultura, Armando Hart, y los miembros del Comité Central del Partido Comunista. También asistían al acto los presidentes, respectivamente, del Instituto de Arte e Industria Cinematográfica (ICAIC) y de la Unión de Es critores y Artistas de Cuba (UNEAC), Alfredo Guevara y Abel Prieto.
Ausencia de Castro
Hasta el último momento se pensó que el máximo líder cu bano, Fidel Castro, asistiría a la inauguración de dicha sala dé cine, y por tal razón el acto comenzó tres cuartos de hora más tarde de lo previsto, pero finalmente no lo hizo. Quienes sí estuvieron presentes fueron el escritor uruguayo Mario Benedetti y varios directores de cine de América Latina, y Europa, entre ellos el cubano Orlando Rojas, que es el director de la reciente y polémica obra de teatro La mujer impenetrable, que contiene una crítica descarnada de la Cuba socialista actual, pero que ha sido tolerada por las autoridades de la isla en un gesto que ha sido muy bien recibido en el mundo intelectual cubano.Durante el acto inaugural de la sala Glauber Rocha fue exhíbido un cortometraje experimental y Sabor a mí, un documental de 29 minutos sobre el bolero que ha sido dirigido por el cineasta brasileño Oliveira y producido por la Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano. La película concursa en esta l4a edición del Festival de Cine de La Habana.En su breve discurso, Gabriel García Márquez informó que la sala Glauber Rocha, que está dotada de complejos equipos de sonido y de los mayores adelantos técnicos, sería compartida con la comunidad científica de Cuba, pues, aseguró, ésta contribuyó grandemente a que el proyecto se convirtiese en realidad. Su objetivo será "difundir lo mejor de la cinematografía mundial y contribuir a la formación de una nueva generación de cineastas latinoamericanos"." Como ven ustedes", dijo García Márquez al concluir, "para no estar aqui no es poco lo que he podido decir. Ojala que esto me anime a traer de nuevo mis muebles, mis libros, mis cuadros, y que la ley Torricelli nos hiciese el favor de permitirnos traer también de alguna parte otras primeras piedras para muchas obras como ésia".Gabriel García Márquez llegó por primera vez a Cuba a los pocos meses de comenzar la revolución, como invitado de la llamada Operación Verdad, campaña de información organizada por la nueva revolución para desmentir informaciones sobre una supuesta radicalización. Entonces García Márquez era periodista en Venezuela. No mucho después, el escritor aceptó el cargo de delegado de la nueva agencia cubana de noticias, Prensa Latina, en Bogotá, y más tarde trabajó para este organismo en Cuba y Nueva York. Posteriormente, sus contactos con la isla han sido frecuentes, y allí reside parte del año. Entre sus realizaciones en Cuba figuran la creación de la Fundación de Cine Latinoamericano, financiado por varios países y por donaciones como la realizada por el director estadounidense Francis Ford Coppola, que regaló el equipo sonoro de su filme Corazonada. A la escuela asisten estudiantes latinoamericanos y también españoles.
Babelia
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