_
_
_
_
CONFERENCIA DE MADRID

Shamir se interpone en los planes de Washington

Antonio Caño

El primer ministro israelí, lsaac Shamir, que se ha ganado en Washington fama de estar en pésimas relaciones personales con el presidente George Bush, se ha vuelto a interponer en los planes de la Casa Blanca para conseguir el éxito en la Conferencia de Madrid. Su decisión de encabezar la delegación de su país, aunque oficialmente no ha sido criticada, contradice la voluntad del Gobierno norteamericano.El pasado martes Shamir había mantenido una conversación telefónica sobre ese tema con el secretario de Estado norteamericano, James Baker, que había tratado de que todas las delegaciones presentes en Madrid estuvieran encabezadas por los ministros de Exteriores para evitar los choques de personalidades entre los líderes.

Más información
EE UU quiere dar a la URSS parte de su ayuda en Madrid
Los árabes prometen a Arafat hacer piña con él
Hassan II quiere una silla en Madrid
Shamir acude a Madrid con una delegación de 'duros'
Trece palestinos
El Vaticano espera incorporarse a las negociaciones de paz
Yihad Islámica se confiesa
El Gobierno esta seguro del éxito de la organización

Según funcionarios norteamericanos, Shamir comunicó el miércoles a la Administración su decisión de viajar a la capital española, a pesar de la opinión de Baker, que ha tenido durante la preparación de la Conferencia discrepancias con Shamir por su posición en favor de los asentamientos judíos en los territorios ocupados.

Compromiso israelí

Oficialmente, un portavoz norteamericano lamentó que el ministro israelí de Exteriores, David Levy, no esté presente en Madrid, pero confió en que la participación de Shamir suponga un compromiso del Gobierno israelí con el proceso de paz en marcha.

Este comentario no disipa, sin embargo, las sospechas de que la presencia de Shamir traiga consigo un endurecimiento de la postura israelí en relación con los asentamientos. La prensa norteamericana afirmaba ayer al respecto que la Administración de Bush creía ver un signo. desalentador en la frustrada intención de Shamir de sentar entre la delegación de su país a uno de los líderes de los nuevos colonos que pueblan los territorios árabes.

El Gobierno norteamericano ha dejado claro desde hace meses que está en contra de la política de construir más asentamientos en Cisijordania y Gaza. El gesto más claro de esa política lo hizo el presidente Bush el pasado mes de septiembre al congelar por 120 días el aval para un crédito de 10.000 millones de dólares solicitado por Tel Aviv para construir viviendas para los judíos procedentes de la Unión Soviética.

A raiz de esa medida la comunidad judía en Estados Unidos impulsó una campaña contra el Gobierno que obligó a Bush a dar una explicación pública y a compensar a los israelíes con una propuesta en la ONU para retirar la resolución que compara el sionismo con el racismo.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_