Ritmo afrocubano
La actividad paralela más ilustrativa de un festival que se celebra en la presunta capital cultural del País Vasco, y a la que paradójicamente asistió un público llamémosle escaso, fue la proyección de cortos realizados por alumnos de la celebérrima Escuela de los Tres Mundos, situada en la ciudad cubana de San Antonio de los Baños. Predilecta de Fidel, la preside Gabriel García Márquez y dirige el argentino Fernando Birri, cuya obra pionera Tire dié, rodada en 1957 por principiantes del Instituto de Cinematografía de la Universidad Nacional del Litoral de Santa Fe, se presentó en sesión aparte.Birri, 30 años después, es un personaje novelesco de barbas mágicas, coleta de gaucho, poncho del altiplano y sombrero negro. Explicó que la Escuela de los Tres Mundos intenta dinamizar la pluralidad del movimiento del nuevo cine latinoamericano. Subrayó su carácter activo, vivo, politécnico, donde se enseña durante tres años a 120 alumnos toda clase de géneros, documental o ficción, en película o cinta magnética, y se les especializa en guión, cámara, sonido, montaje y producción, dejándoles libertad en la elección de temas.
Para Birri, la docencia cinematográfica debe enfocar la cámara hacia el año 2000 con una concepción integrada de lo audiovisual, por lo que en San Antonio ya ha cuajado el neologismo de cineteleasta como módulo de lo que debe ser en el porvenir un comunicador en imágenes. Los cortos Viva la revolución, uruguayo; Uñas largas, colombiano, y Diana, Barrio Belén y El invasor marciano, cubanos, representan una gama de ritmos que van del videoclip literario al docudrama, pasando por el reportaje y el cuento.
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