"Ser considerado por un momento el mejor director es algo indescriptible, afirma Gonzalo Suárez

"He jugado para ganar, luego tengo que estar forzosamente contento con la Concha de Plata", dijo ayer Gonzalo Suárez, momentos después de saber que había sido premiado con la Concha de Plata del festival por Remando al viento, filme en el que Suárez relata la historia de Mary Shelley, la creadora del personaje de Frankenstein. La película de Gonzalo Suárez se ha estrenado esta semana en Madrid. Fernando Rey obtuvo el premio a la mejor interpretación masculina."Está bien esto de los premios, porque en la cibernética del jurado", prosiguió Suárez, "se esquiva la unanimidad para no irritar. Ahora, es despreciable ser director de cine y miembro de un Jurado. Aquí los siete son directores. Lo digo con conocimiento de causa, porque yo acabo de actuar de jurado en el festival de Montreal y es algo ciertamente asqueroso, sin que al decir esto yo quiera ofender a nadie".

Suárez reconoce estar algo decepcionado por no conseguir el primer premio, pero asegura que también está muy satisfecho con el segundo, dado que se concede al mejor director. "Esto de que por unos instantes seas el mejor director produce una sensación realmente indescriptible", bromea Suárez. "Pienso que la película va a salir muy beneficiada, porque se va a hablar mucho de ella, y esto supone más promoción y, lógicamente, más público que pasa por taquilla".

El ganador de la Concha de Oro a la mejor película, On the black hill -recibido con algunos abucheos y gritos de "¡antiguo!"- Andrew Grieve, que con esta película realiza su primer largometraje, dice que su filme tiene un fuerte componente documental, aunque esté basado en una novela. "El texto literario marca una geografía real, y yo he rodado en los lugares en que sitúa la acción Bruce Chatwin. Para mí, el paisaje era el tercer protagonista, el tercer personaje en importancia, al lado de los dos hermanos gemelos. Puede que también me haya influido esa querencia mía por respetar la realidad de las cosas y el haberme formado trabajando junto a directores como Keneth Loach".

El polaco Krzystof Kieslowski, premio especial del jurado, dice que Polonia es un país oscuro, atravesado por conflictos políticos y sociales, "pero yo no he querido retratar eso, sino algo más importante que va mucho más allá de los problemas del momento y que son temas de índole moral. Es cierto", añade, "que hay una relación entre el personaje femenino de la película y la María Magdalena bíblica, hay entre ellos una correspondencia interior. Respecto a la estructura circular del filme, debo decir que no estaba en el guión y que es un invento que surgió en el montaje y que sirve: para crear suspense

Dos amigas

Liv Ullmann y Cipe Lincovski comparten el premio a la mejor interpretación femenina por su trabajo en La amiga, de Jeanine Meerapfel. La actriz noruega, que estuvo en la presentación del filme, no vino en cambio a San Sebastián a recoger el premio. En nombre de las dos, Cipe asegura que desde un primer momento ambas actrices estaban convencidas de que, de conseguir un premio, éste sería para las dos.Cipe Lincovski, que en la película representa el papel de una exiliada argentina, vivió en sus propias carnes la tragedia que interpreta en la película: "Me tuve que instalar en España entre 1976 y 1981. Nunca me faltó el trabajo, pero para mí fueron unos años durísimos que viví con una impotencia muy frustrante".

Fernando Rey ha sido premiado con la Concha de Oro al mejor intérprete masculino por sus trabajos en Diario de invierno, de Francisco Regueiro, y El aire de un crimen, de Antonio Isasi-Isasmendi. El actor no pudo estar ayer en San Sebastián porque se encuentra enfermo en Madrid. Regueiro lamentó que, pese a que en los últimos días los filmes favoritos para el primer premio eran No amarás y su Diario de invierno, ésta no hubiera tenido ningún galardón principal.