_
_
_
_
_

Liber 87 replantea el porvenir de la edición

El V Salón Internacional del Libro se inaugura hoy en Madrid

El V Salón Internacional del Libro, Liber 87, que se inaugura hoy en el pabellón 11 del recinto ferial de la Casa de Campo de Madrid, volverá a plantearse el porvenir de la edición y cómo adaptarse mejor a las nuevas tecnologías, cómo ponerlas a su servicio y que no se conviertan en enemigas de la letra impresa. La feria, que estuvo a punto de no celebrarse, ocupa 5.400 metros cuadrados netos de exposición, 3.600 metros cuadrados menos que la feria del año pasado en Barcelona. La organización tuvo que renunciar al Palacio de Cristal, emplazamiento habitual de Liber en Madrid, porque en las mismas fechas se celebra un salón dedicado a la moda.

Más información
Desde el crimen al estuario de Hemingway y Faulkner

El número de empresas participantes es de 956, y las firmas presentes en Madrid comprenden la práctica totalidad de la industria editorial española y latinoamericana, así como las principales editoriales de otras áreas idiomáticas, representadas a través de colectivos de cada país.La feria no pretende en ningún caso competir con las tradicionales ferias del libro, orientadas al público en general, sino que sirve como lugar de encuentro de los profesionales de la edición. Liber facilita la compraventa de contratos de edición, acuerdos de coedición, derechos de traducción, etcétera. El horario de visita para profesionales del libro será de 10 a 19 horas todos los días. El público en general podrá acceder al recinto los días 3 y 4 de octubre, de 10 a 19 horas, ininterrumpidamente, previo pago de una entrada de 200 pesetas. En estas dos últimas jornadas de la feria estará permitida la venta directa de libros en el Salón Internacional del Libro. El resto de los días se reserva a transacciones de carácter exclusivamente profesional. Doce ministerios españoles, 11 comunidades autónomas y 25 países tienen representación en la feria que hoy se inaugura, pero que no abre sus puertas hasta mañana.

La feria propiciará la celebración de debates sobre cuestiones que inquietan al mundo editorial. La libre circulación del libro, nuevas tecnologías aplicadas al mundo de la edición y los medios para fomentar la lectura, junto a la preocupación por la reprograria ilegal, serán temas a debatir a lo largo de la feria, que estará abierta hasta el próximo 4 de octubre.

Los Mercados exteriores del libro español, será el epígrafe de otro de los encuentros. En 1987, según información facilitada por la Federación Española de Cámaras del libro, la exportación editorial española ascendió a cerca de 12.000 millones de pesetas. También será objeto de debate la automatización de bibliotecas y la edición de catálogos bibliográficos.

Competir con la moda

El V Salón Internacional del Libro ha estado a punto de no celebrarse. En el mes de febrero se descubrió que el Palacio de Cristal, espacio habitualmente ocupado por el salón del libro cuando se celebraba en Madrid, había sido contratado por el salón de la moda. Las negociaciones de los editores con la Institución Ferial Madrileña (IFEMA) para conseguir el mismo edificio de las dos ediciones anteriores se encontró con negativas constantes.

En un determinado momento de la negociación, las autoridades autonómicas catalanas hicieron saber a la Federación de Gremios de Editores de España que Cataluña estaba dispuesta a acoger al Liber de nuevo, aunque en 1987 correspondiera a Madrid la organización. La oferta fue tenida en cuenta y deliberada pero, finalmente, se decidió desestimarla ya que, según manifestó entonces el presidente de la Federación de los editores, el catalán Pere Vicens, de celebrarse en Barcelona el encuentro librero, el futuro de la alternancia entre Madrid y Barcelona quedaba comprometido.

IFEMA propuso a los editores españoles un cambio de fechas, pero éste resultaba inviable ya que Liber se celebra inmediatamente antes de la Feria del Libro de Francfort, la más importante del sector librero. Detrás de ella, donde todos los editores se encuentran, no tenía demasiado sentido una nueva concentración.

La diferencia entre Liber y Francfort es notable, pero para la edición española y sus relaciones con los países de habla hispana, con los que se intercambian derechos y se organizan coediciones, aprovechando el disponer de una misma lengua, no es ocioso tener dos encuentros simultáneos. Viajar antes a Francfort sí tiene, sin embargo, inconvenientes. El primero, que no se pueden coordinar intereses para ofertas mancumunadas en la feria alemana; el segundo, que las fechas se acercarían peligrosamentea las navidades, uno de los momentos culminantes de la edición española, tanto por títulos como por ventas.

Reducción de espacio

Todo ello ha repercutido en una disminución importante del espacio del que este año dispone Liber, espacio que tuvo que ser recortado al tener que cambiar el Palacio de Cristal por el pabellón 11 de la Casa de Campo, netamentemenor. Si Barcelona ofreció el pasado año 8.000 metros cuadrados, en Madrid se dispone sólo de 5.400. La solución ha sido la reducción general de los espacios individualizados y la tendencia de editores extrajeros, imposibilitados de acudir individualmente, a darse por satisfechos con la presencia en su espacio colectivo nacional.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_