La Comunidad Europea estudia suspender la importación de alimentos de los países del Este
Los países de la Comunidad Europea (CE) estudiarán hoy la suspensión de las importaciones de diversos productos alimenticios procedentes de seis países del Este a consecuencia del accidente de la central nuclear de Chernobil. La Comisión Europea. presentó ayer una propuesta formal en este sentido, que se complementa con algunas medidas sobre los alimentos vendidos dentro de la Comunidad. A la espera de medidas comunitarias, España suspendió las importaciones de productos alimenticios procedentes de Polonia y de la URSS, dijo ayer en Bruselas Pedro Solbes, secretario de Estado para la CE.
La Comisión, explicaron ayer expertos de esta institución, ha seleccionado para la prohibición a los países europeos orientales situados en un radio de 1.000 kilómetros a partir de Chernobil: Bulgaria, Hungría, Polonia, Rumanía, Checoslovaquía y Unión Soviética. Curiosamente, la República Democrática Alemana (RDA) ha escapado a esta criba.
Los expertos de la Comisión explicaron que Bonn ejerce un control suficiente sobre las importaciones procedentes de la RDA. La relación entre los dos Estados alemanes es especial incluso para cuestiones de radiactividad.
Austria está situada entre Checoslovaquia y Hungría. Pero también escapa a la prohibición total, ya que pertenece a la Asociación Europea de Libre Cambio (EFTA). "La diferencia es que los países de la EFTA nos informan de lo que pasa y los otros no", dijo un experto comunitario, quejándose de la falta de información sobre la contaminación por parte de los países de Europa del Este, Hungría exceptuada. Con Yugoslavia, la CE lleva acabo discusiones bilaterales. Italia y Francia pidieron ayer la inclusión de la RDA y Yugoslavia en la lista, y otros países solicitaron añadir a Suecia.
La lista de productos del Este prohibidos comprende los animales vivos de las especies ovina y caprina, el pescado de agua dulce y las huevas de pescado (el caviar y sucedáneos), la leche y los productos lácteos frescos, las hortalizas frescas (incluida la patata) y la fruta fresca. Según la propuesta de la Comisión, la prohibición no tiene un plazo fijo, sino que será reexaminada a la luz del descenso de la radiactividad en los países citados.
La víspera, la Comisión señalaba que no había tenido conocimiento de ningún producto importado en la CE desde Europa del Este que estuviera contaminado por la radiación. Tampoco ha ocurrido dentro de la CE.
La Comisión pretende a la vez suprimir cualquier restricción a la libre circulación de mercancías en la CE (que han impuesto países como Italia y España).
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