Abucheos e himno

Sólo una de las intervenciones fue parcialmente abucheada por los congresistas, y fue la que realizó el presidente de la comunidad autónoma de las Islas Baleares, Gabriel Cañellas. El presidente balear, que comenzó recordando que "somos herederos de Antoni María Alcover", fue interrumpido cuando se refería a que el catalán "es una seña de identidad a la que no queremos renunciar". "Tú lo has de tener en cuenta", increpó una voz anónima.

Cañellas continuó su intervención y dijo más adelante que el lenguaje estándar no podía ser impuesto y podía comportar aspectos nocivos para las diferentes variantes, lo que provocó un pateo generalizado y silbidos en la sala.

En el discurso del presidente de la comunidad autónoma de Baleares -calificado por algunos congresistas de "desafortunado- se hablaba, asimismo, de las "gramáticas generativas" existentes del catalán. Sin embargo, al concluir la intervención, Cañellas fue aplaudido por los asistentes al acto que concluyó a las 14.30 horas y que había empezado al mediodía. A esa hora una docena de manifestantes con pancartas y banderas españolas y mallorquinas se manifestaron ante el Auditorium de Palma. En las pancartas, contrarias a la celebración del congreso, se hacía alusión a una "habla mallorquina".

El primer acto popular del congreso se celebró anoche en todo el ámbito de expresión catalana y consistió en la interpretación de un himno simultáneamente, a las ocho de la noche, en 400 actos que congregaron, según fuentes del congreso a unas 700.000 personas.