Pinochet llamará a los reservistas para contener la protesta popular
El Gobierno del general Augusto Pinochet anunció ayer que llamará a todos los reservistas del Ejército chileno que sean precisos para contener la extensión de la protesta popular. Una joven de 16 años, Erika Fuentes, fue herida ayer en el pecho y en los brazos por una patrulla militar mientras regaba su jardín y cinco bombas hicieron explosión en el centro de Santiago, en el curso de la segunda jornada de una nueva protesta popular convocada por la oposición al régimen militar.Miles de velas fueron encendidas en la noche del martes por los habitantes de Santiago en homenaje a las más de 100 personas que murieron en protestas anteriores, mientras se oía el ruido de cacerolas. Culminaba así el primer día de la jornada de protesta de 48 horas convocada por el conjunto de la oposición, en una ciudad tomada por cientos de militares armados que ocuparon lugares estratégicos.
La jornada continuó ayer miércoles con un llamamiento a la paralización general que no surtió grandes efectos durante el día, debido a la enérgica acción de las patrullas militares desplegadas, como en los últimos cinco días, por toda la ciudad, que impidieron las concentraciones de protesta y despejaron las calles obstruidas por barricadas.
Decenas de patrullas de militares armados, apoyados por policías y helicópteros artillados que pasaban en vuelos rasantes sobre las casas, se instalaron toda la noche en los barrios pobres de Santiago y acallaron de inmediato cualquier manifestación de protesta.
El Gobierno anunció que llamará a los reservistas del Ejército, debido a que el volumen actual del personal militar no es suficiente para cubrir las principales ciudades del país, bajo el estado de sitio desde hace tres semanas.
No se informó del número de reservistas que serán llamados, pero un portavoz oficial dijo que "se convocará a cuantos sean necesarios".
Simultáneamente, la oficina estatal encargada de las autorizaciones a los periodistas extranjeros, canceló repentinamente todas las credenciales otorgadas a unos 200 representantes de la Prensa internacional que cubren la protesta chilena, mientras las patrullas militares confiscaron libretas de apuntes, rollos de película fotográfica e imágenes de vídeo captadas por los equipos de prensa en las calles de Santiago.
"Estamos revisando cuidadosamente los despachos de la Prensa extranjera y puede ocurrir que a algunos corresponsales no se les renueve la autorización para seguir trabajando aquí", dijo el portavoz del Gobierno, coronel Carlos Krunn.
Ofensiva contra la Prensa
La medida completa una ofensiva dispuesta por el Gobierno contra la prensa, que se inició con la clausura indefinida de seis revistas opositoras, la censura previa para otra y la prohibición de publicar informaciones políticas o subversivas para el resto de las publicaciones.
Durante el primer día de protesta contra la dictadura se produjeron violentos incidentes en por lo menos ocho centros universitarios de Santiago de Chile, mientras otras seis universidades regionales suspendieron sus clases para evitar manifestaciones.
Centenares de disidentes que se habían reunido en torno a la catedral de Santiago al mediodía de ayer para corear el himno nacional chileno fueron dispersados violentamente por la policía. El grupo de estaba encabezado por el presidente de la opositora Alianza Democrática, Ricardo Lagos, junto al presidente de la Democracia Cristiana, Gabriel Valdés, y el presidente de la Internacional Demócrata Cristiana, Andrés Zaldívar, quienes debieron escapar por las calles de Santiago.
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