Medidas precautorias de la Xunta de Galicia ante una posible contaminación de mejillones

Los mejilloneros gallegos recibieron ayer instrucciones de la Consejería de Sanidad de la Junta de Galicia para que paralicen de manera inmediata la comercialización de mejillones, como medida preventiva ante el riesgo, que no pudo ser confirmado, de que los mejillones contengan toxinas nocivas para el organismo humano.

La medida, no obstante, fue adoptada y transmitida con las máximas cautelas en previsión de que se puedan repetir situaciones de alarma desmedida, como la que el pasado año colocó en una muy difícil situación a este sector fundamental en la economía gallega, hasta el punto de cerrársele todos los mercados.

Diariamente los mejillones que salen de las depuradoras son analizados, al igual que las aguas, comprobándose en los últimos análisis la presencia de indicios de una posible "marea roja" parecida a la que se registró el pasado año. En vista de ello, el organismo autónomo adoptó la medida cautelar de suspender la comercialización.

Mientras tanto, continúan los trabajos de análisis del molusco para verificar si existe una situación de riesgo para el consumidor o si, por el contrario, este molusco puede ser consumido

'Mareas rojas'

También los fabricantes de conservas fueron advertidos del resultado de los análisis y recibieron instrucciones para que se abstengan de adquirir y enlatar el molusco. En la Unión de Fabricantes de Conservas no se pudo facilitar ayer información, porque su gerente se había desplazado a Santiago, donde representantes de los sectores afectados permanecían reunidos en espera de que se concrete más la situación.En la Asociación de Productores de Mejillones del puerto y ría de El Grove (APMEGROVE) tampoco se facilitó información sobre el asunto. Un portavoz se limitó a señalar que no ocurre nada grave y que están pendientes de lo que se resuelva en Santiago. Esta asociación es la más importante de la provincia, con trescientos mejilloneros asociados.

Cada año, a finales de verano, se repite lo que se llaman "purgas de mar", consistentes en floraciones no habituales que cuando se dan en un microorganismo que produce toxinas se denominan "mareas rojas o hematotalaxias". La última se registró en septiembre del pasado año, y provocó en los consumidores de mejillones diarreas y problemas gástricos menores.

El caso más grave de "marea roja" se registró en el año 1976. Como consecuencia, se produjo el cierre total del comercio del mejillón durante más de un año. Fue esta marca la que dio lugar a la creación de la red de observación del medio marino, que posee laboratorios en Vigo y La Coruña y somete a un control riguroso tanto el agua como las especies de consumo.

Galicia produce anualmente 270.000 toneladas de mejillón, de las que 56.000 se consumen en fresco y 25.000 en conserva, y el resto se destina a la exportación. Francia es el primer país importador, con un consumo de 10.000 toneladas anuales, seguido de Italia con 8.000 y Alemania con 6.000 toneladas al año.

A última hora de la tarde, en la Consejería de Sanidad se disponía ya del resultado de los análisis efectuados, que no fue hecho público, y representantes de todos los mejilloneros de Galicia se encontraban reunidos con el consejero y el director general de Sanidad para decidir sobre las medidas a adoptar.