Juan Carlos Onetti: "La libertad que le debo a España se la debo también a su Rey"
Don Juan Carlos agradeció la labor cultural de los intelectuales en la entrega del Premio Cervantes
Un elogio del ansia de libertad que impregna la obra cervantina, y un mensaje de gratitud a España y al Monarca español, fue el contenido del discurso que leyó el escritor Juan Carlos Onetti, tras recibir el título y la medalla del Premio Miguel de Cervantes de manos del rey Juan Carlos. En el acto de entrega, que se celebró ayer por la mañana en la Universidad Complutense de Alcalá de Henares, intervino también el ministro de Cultura, Iñigo Cavero, y el Rey pronunció un discurso que puso fin a la ceremonia. Por la tarde, en el palacio de la Zarzuela tuvo lugar una recepción, tradicional en esta fecha conmemorativa del aniversario de Cervantes, en la que los Reyes recibieron a un grupo de intelectuales, escritores y artistas.
«He descubierto que, sin darme cuenta, hubo algo que esperé a lo largo de mi vida, y que, inesperadamente, me ha sobrevenido en España. No me refiero al Premio Cervantes en sí, ni a eso que llaman fama o gloria, sino a una forma de humanidad, de amistad, de cordialidad, de entendimiento, que he encontrado en España», comenz6 el escritor galardonado su discurso, tras hacer alusión a su torpeza oratoria.«Hoy, sin embargo, estoy dispuesto a hablar, no sólo porque debo, sino porque quiero hacerlo. Porque quiero manifestar de viva voz la profundidad de mi gratitud a España. Llegué aquí con la convicción de que lo había perdido todo, de que sólo había cosas que dejaba atrás y nada que me pudiera aguardar en el futuro. De hecho ya no me interesaba mi vida como escritor. Sin embargo, aquí estoy, unos cuantos años después, sobrevivido. Esta sobrevida es lo primero que debo a los españoles», afirmó.
Juan Carlos Onetti calificó de quijotesca la decisión del jurado de «otorgar esta gran distinción a alguien que, desde su juventud, estaba acostumbrado a ser un perdedor sistemático, a un permanente segundón», y se declaró «inveterado y ferviente lector de Cervantes desde la infancia».
« Era un niño cuando lo descubrí, y espero volver a leerlo una vez más, por lo menos antes de morirme. Lo que nunca pude imaginar, ni siquiera en los momentos más delirantes de mi existencia, es que mi nombre llegara a estar unido al suyo», dijo.
El ganador del V Premio Miguel de Cervantes expresó su «tímida opinión personal» sobre uno de los valores fundamentales del insigne escritor, autor del Quijote, «ejemplo supremo de libertad y de ansia de libertad ».
«Esta libertad que hoy respiramos, sencillamente, sin esfuerzo, casi sin darnos cuenta. Esta libertad que a muchos parece trivial, aburrida, insignificante. Yo, que he conocido la libertad, y también su escasez y su ausencia, puedo pedir que siga siempre así. Un aire habitual, sin perfumes exóticos que se respira junto con el oxígeno, sin pensarlo, pero conscientes de que existe », subrayó.
«¿Dónde, sino en un país libre, podría un hombre como yo encontrarse en un lugar como éste y en estas circunstancias? », se preguntó el escritor uruguayo. «Un país libre, por supuesto, en el que existen comprensión y sentido del humor».
«Esta libertad que debo a Espana se la debo también a su Rey», siguió diciendo Juan Carlos Onetti. «Yo, que sufrí la derrota de un Gobierno legítimo español, y que he sido toda la vida un demócrata convencido, nunca imaginé que llegaría el día de hacer un elogio público y sincero a un Rey por el hecho mismo de ejercer la Jefatura del Estado. Hoy lo hago fervorosamente, y querría que todas las repúblicas de América se enteraran de ello».
Tras el discurso de Onetti, que concluyó con una máxima latina, « Ubi libertas ibi patria» («Allí donde está la libertad allí está mi patria»), tomó la palabra el ministro de Cultura, quien hizo una semblanza de la personalidad literaria del autor de La vida breve y,:)uso de relieve «el gran tesoro que para la cultura universal supone la permanencia y conservación de nuestra lengua».
Iñigo Cavero recordó los problemas que supone la propia difusión del español, pese a que el número de estudiantes de esta lengua en Europa y América sea cada día más numeroso, y señaló los riesgos que se derivan de la continua expansión de la tecnología, que exigen una respuesta de nomenclatura y terminología que sustituya o adapte los nuevos vocablos, anglicismos en la mayoría de los casos.
«Cuando se inicia la preparación de la conmemoración del medio milenario del descubrimiento de América, bajo la égida de la Corona de España, creo que es un buen momento para responsabilizarnos todos en una acción prudente, entusiasta y constante, que contribuya a consolidar nuestro común patrimonio lingüístico-cultural y que permita también la integración de los procesos de cambio», terminó el ministro de Cultura.
La identidad cultural
A continuación, el rey Juan Carlos puso punto final al acto con su discurso, en el que aludió a la función que siempre han cumplido los premios literarios de «rendir homenaje a los más esclarecidos cultivadores del oficio de las letras, estimular a la juventud y fomentar la lectura de los más grandes logros literarios».
Como «creador de una atmósfera y de un ámbito propio, inconfundible y personal, cuya lectura permite una penetración más profunda en las raíces de nuestra identidad cultural y humanística», definió el Rey la figura y la obra de Juan Carlos Onetti.
Por último, finalizó con estas palabras: «La Reina y yo nos sentimos profundamente identificados con todos los esfuerzos que se lleven a cabo para fortalecer la histórica vinculación de esa rica y amplia comunidad hispánica, por lo que a nuestra sincera felicitación a Juan Carlos Onetti queremos unir nuestro vivo agradecimiento a cuantos ponen empeño en la generosa tarea del quehacer cultural».
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