Ni ‘Barbie’ ni ‘Oppenheimer’: el fenómeno fan del cine en 2023 ha sido el furor por perros actores
Este año será recordado como el que los canes se ganaron el favor de los espectadores, desde ‘Snoop’ de ‘Anatomía de una caída’ a ‘Sieso’ de ‘Un amor’, pasando por ‘Chaplin’ de ‘Fallen Leaves’
Algunas ideas que se han tuiteado en X a propósito de Snoop, el perro de la película Anatomía de una caída —“No sé cómo estarán las quinielas para los Oscar, pero para el de mejor actor ni Cillian Murphy, ni Ryan Gosling, todo lo que no sea dárselo al perro de Anatomía de una caída me parecerá un amaño especista”; “Pues acabo de salir de ver Anatomía de una caída y media Palma de oro es del perro”, o “Meta a nivel interpretativo: actuar como ‘Snoop’ en Anatomía de una caída”— resumirían la fascinación que ha despertado en la esfera digital el can con una intervención crucial en la trama de la última ganadora del festival de Cannes. El fenómeno fan con este border collie de ojos azules arrasa hasta en Letterboxd, la plataforma en la que los usuarios comentan y votan películas. Allí, la reseña más votada de la película es la de la actriz Ayo Edebiri (The Bear, Bottoms, Theater Camp), donde más de 10.000 usuarios apoyan su particular lectura del drama de Justine Triet: “Bueno, acabo de ver la mejor actuación de mi vida y no fue de Sandra Hüller ni de un niño actor con el flequillo más bonito que jamás haya visto, fue de un perro”.
Si 2022 fue el año de los burros como personajes revelación en filmes como Suro, Eo o Almas en pena de Inisherin, 2023 ha sido el año del perro capitalizando pantalla y robando los corazones de los espectadores. El furor canino no solo ha alcanzado a Snoop, que en realidad se llama Messi y que se hizo con el premio al Palm Dog al mejor perro actor del año, un galardón que se entrega desde 2001 de forma paralela durante el festival de Cannes y que otras ediciones recayó en el poodle de War Pony (2022) o la pitbull de Brad Pitt en Érase una vez en... Hollywood (2019).
La mascota de Kaurismäki
Ahí está Chaplin, la perrita de Fallen Leaves, de Aki Kaurismäki, que en realidad se llama Alma y es mascota del director en la vida real. Una perra que en la película es rescatada por la trabajadora Ansa (Alma Pöysti) de una probable eutanasia justo en el momento en que parece que su relación con el alcohólico Holappa (Jussi Vatanen) podría finiquitarse. O Lola, la encantadora mestiza de The Old Oak, de Ken Loach, que interpretaba a Marra, la mascota de TJ, el propietario del pub y escenario central de la historia en la última película del británico. O la mención especial a los dos elegantes perros de caza de Secretos de un escándalo, de Todd Haynes, que no tienen nada que ver, eso sí, con la frase más viral del drama a propósito de la escasez de perritos calientes.
En La Croisette los perros fueron clave en los títulos más comentados del certamen. Jonathan Glazer reclutó para interpretar a Dilla en La zona de interés al weimaraner negro cuya dueña fuera de las cámaras era la coprotagonista del drama, Sandra Hüller (que jamás ha revelado el nombre real de su perro por respeto a su intimidad en las entrevistas). Hüller seguía la senda que marcó Patricia Clarkson, que incluyó a su perra enferma en la vida real en la trama de Monica (2022) y falleció justo después del rodaje.
‘Flor’ (‘Sieso’), la revelación española
La perrita de Kaurismäki no ha sido el único salvavidas de una protagonista cinematográfica de 2023. En el cine español, además del perro con gorra de Cerrar los ojos, de Víctor Erice, otro can convertido en talismán espiritual y prolongación del estado anímico de su dueña ha sido Flor, la perra intersex (tiene los dos aparatos reproductores, pero incompletos) que ha interpretado a Sieso en Un amor, la adaptación de Isabel Coixet de la novela de Sara Mesa. Tanto en la película como en la novela, Nat (Laia Acosta) acoge a un perro esquivo y hermafrodita en esa ficción, que tiene problemas de socialización por un pasado de maltrato y cuyo desarrollo emocional será crucial para la convivencia de la protagonista en el pueblo en el que se ha instalado.
“Flor es el ejemplo de que con un perro de perrera se puede hacer un buen trabajo y crear un buen vínculo. Si algo ha probado Un amor es que, si les das confianza, los animales de protectora también sirven para la interpretación”, reivindica Gabriel Cardona, el adiestrador que desde hace más de dos décadas colabora con Animales a rodar, la empresa que se dedica al entrenamiento de animales para rodajes del audiovisual y que se hizo cargo durante la grabación de una de las perras revelación en la interpretación este 2023.
Tengo mis cosas con UN AMOR, pero *gracias* Coixet por otro gran perro actor.
— Antonio Rivera (@yoantoniorivera) November 13, 2023
Menudo año para el cine español pic.twitter.com/vfZojj10oW
La de Flor no es la típica historia de un animal habituado a los focos como otros canes profesionales de la interpretación con los que ha trabajado Cardona durante su carrera. Su propietaria, Claudia, se la encontró tirada en un contenedor con apenas dos meses de vida con signos de maltrato y lesiones en la cara, así como las patas arqueadas, junto a su hermana. Desde entonces ha vivido en Cubelles (Barcelona) y esta ha sido la primera película en la que ha participado.
“Cuando la conocí, entendí que tenía problemas de comportamiento por su pasado, así que pasamos un tiempo previo juntos. El rodaje fue muy bien, es una perra muy dulce y se adaptó muchísimo a todo el equipo. Rodar las secuencias más íntimas dentro de la casa con Laia fue lo más fácil. Al ser un poco asustadiza, el reto con ella eran los exteriores, por si al oír un ruido huía. Pero Flor empezó a filmar sin poder ir suelta y acabó el rodaje corriendo sola, salió todo fenomenal”, aclara este adiestrador, que todavía la visita de vez en cuando y que defiende sus capacidades de interpretación, pese a que no está tan profesionalizada como otras perritas estrella del cine español como Lisa (la perra de Chino Darín en la película de Cesc Gay Historias para no contar, que también adiestró). Preguntado sobre si la Academia de Cine (o la entidad que sea) se anima a darle el premio a perro revelación del año, como se ha llegado reclamar en redes, ni lo duda: “Por supuesto, Flor se merece eso, y mucho más”.
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