Nueve películas (y media) para despedir el último verano
Al llegar a septiembre, después de un verano algo angustioso, lo mejor será dejarse arrastrar por el mar y sus dramas insondables. Proponemos nueve películas para tocar fondo
El cambio climático, la interminable ola de calor, los incendios, los seis meses de espanto de la guerra de Ucrania… Dicen, además, que este verano será el más fresco que recordaremos. Llegamos a septiembre a lomos de una ola angustiosa, así que lo mejor será dejarse arrastrar por el mar y sus dramas más misteriosos e insondables. Dramas como El gran azul, la película de finales de los ochenta de Luc Besson que hizo que nos enamoráramos de Jean-Marc Barr y del lado más oscuro del océano (el filme está tristemente ausente de la oferta cinéfila actual de las plataformas). En esta selección proponemos otras nueve películas para tocar fondo.
El día de mañana, 2004, Roland Emmerich (Disney +)
El cambio climático parecía ciencia ficción en 2004. Pero el padrino del cine de catástrofes, el alemán Roland Emmerich, no dejó escapar la oportunidad de ofrecer a los espectadores la aterradora panorámica de algo impensable: el agua tragándose la ciudad de Nueva York, los tornados arrasando Los Ángeles y el granizo torpedeando Tokio. El deshielo de la Antártida, el enfriamiento del Atlántico Norte… El día de mañana no es una gran película, pero al menos hay que concederle el mérito de haberse adelantado a la conversación.
Tiburón, 1975, Steven Spielberg (Filmin)
Siempre hay que volver a ver Tiburón, el clásico de Steven Spielberg que cambió la industria de Hollywood y, con Los pájaros de Hitchcock, la mejor película de suspense animal de la historia. Aunque ocurre al principio del verano, Tiburón nos remite a las playas cerradas y al mar como el gran enigma de la vida y de la muerte. Solo por el monólogo final de Robert Shaw, el cínico y loco capitán Quint, merece ver una y otra vez este grandioso filme.
Moby Dick, 1956, John Huston (Filmin, Apple TV, Amazon Prime)
Empecemos por lo obvio: es imposible adaptar la biblia de Herman Melville, y John Huston lo sabía. Pero es en esa imposibilidad donde reside su épica y grandeza. Moby Dick es el principio de todo. También de Tiburón. La versión de Huston, con Gregory Peck en la piel del capitán Ahab y guion de Ray Bradbury, no fue la primera. En 1929 se estrenaba The Sea Beast muda y un año después The Sea Beast sonora. Orson Welles, que siempre quiso interpretar a Ahab, se tuvo que conformar con dar vida al padre Mapple. Su aparición es breve, pero su sermón sobre Jonás y la ballena posee la solemnidad de las batallas perdidas.
La dama de Shanghái, 1947, Orson Welles (Filmin, Apple TV)
Ni Moby Dick, ni El corazón en las tinieblas, ni El Quijote… Orson Welles fue un genio errante, un Dios del fracaso, un falstaff que conjuró el sentido último del arte frente a la catedral de Chartres en su febril monologo de F de fraude. En La Dama de Shanghái, junto a la que era su desgraciada esposa, Rita Hayworth, interpreta al marinero irlandés Michael O´Hara. En uno de los diálogos más prodigiosos de este thriller, en el yate de Elsa Bannister (Hayworth) y su marido, Arthur Bannister, compara su horizonte humano con el de un mar negro de sangre donde los tiburones se devoran entre ellos.
El gran miércoles, 1978, John Milius (Apple TV, Amazon Prime)
Si quieren comprender por qué existen personas que se dejan la vida a lomos de una ola, hagan una sesión doble con esta película y el documental de 1966 The Endless Summer. Dos obras maestras sobre el mar como droga. Esa incurable adicción a la ola perfecta que John Milius retrató en la ficción como ninguno. Milius era un auténtico surfero y la famosa secuencia del surf y el napalm de Apocalypse Now lleva su sello.
La tormenta perfecta, 2000, Wolfgan Petersen (HBO Max, Apple TV)
George Clooney al timón de un reparto que incluye a Mark Wahlberg, John C. Reilly y Diane Lane. Aunque la verdadera protagonista de este filme es esa tormenta perfecta a la que debe enfrentarse un pequeño pesquero de Massachusetts que se desvía de su ruta en busca de una buena racha. Basada en una historia real, se trata de un auténtico David contra Goliat en el océano Atlántico. Un duelo capaz de quitarle a uno las ganas de volver a pisar un barco.
De óxido y hueso, 2012, Jacques Audiard (Amazon Prime, Filmin)
Otra propuesta de sesión doble: el documental Blackfish, sobre los terribles datos detrás de una orca explotada en un parque temático, y De óxido y hueso, un extraño y romántico filme de Jacques Audiard sobre una entrenadora de estos gigantes marinos. El personaje de Marion Cotillard, que trabaja en uno de estos siniestros recintos, vive un romance con un luchador que malvive a costa de peleas de mala muerte en la Costa Azul. La relación mujer-monstruo se resuelve en la película de Audiard en su, nunca mejor dicho, desgarrador inicio.
20.000 leguas de viaje submarino, 1954, Richard Fleischer (Disney +)
Esta popular adaptación de la novela de Julio Verne fue la primera película de no animación creada por Walt Disney. Un canto a las aventuras y a los misterios marinos con eso que se llama un reparto de lujo: Kirk Douglas, James Mason, Peter Lorre… Un clásico de la sesión de tarde y el cinemascope con una ambientación y decorados de Oscar y un monstruo que resiste el paso del tiempo: el sombrío capitán Nemo y su Nautilus.
Sé lo que hicisteis el último verano, 1997, Jim Gillespie (Amazon Prime, Filmin, Apple TV)
Sí, el título viene al pelo. Pero, además, la película que, junto a Scream, supuso un nuevo impulso al slasher ocurre en una carretera de la costa, donde un grupo de jóvenes atropella a un hombre y tira su cadáver al fondo del mar. La crítica fue demoledora, pero el público joven de finales de los noventa la encumbró. Un éxito de taquilla que marcó el inicio de la saga terror, en la que un hombre con indumentaria de marino de pesca y un enorme garfio saboreaba su venganza.
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