Miquel Iceta: “Vamos a ayudar a la producción en lenguas que no son el castellano”
El ministro de Cultura y Deporte se propone desatascar durante su mandato leyes enquistadas durante años como el Estatuto del Artista. “Me preocupa más tener dinero para comprar arte contemporáneo que para otro ‘caravaggio”, asegura
Con su nombramiento en julio como ministro de Cultura y Deporte, tras solo seis meses como titular de Política Territorial y Función Pública, Miquel Iceta (Barcelona, 61 años) protagonizó una de las sorpresas de la última remodelación de gobierno. Este veterano político catalán, todavía primer secretario del PSC, se propone relanzar todas las iniciativas legislativas que, como el Estatuto del Artista, llevan meses, cuando no años, atascadas en el Ministerio de Cultura, además de poner en marcha una serie de proyectos, financiados principalmente con fondos europeos, para dar un impulso a uno de los sectores más afectados por la pandemia. Esta entrevista se realizó el lunes en Madrid.
Pregunta. Ha llegado a un ministerio que tiene muchos proyectos legislativos pendientes y algunos de ellos enquistados desde hace años, como el Estatuto del Artista, las leyes de patrimonio y mecenazgo, la transposición de la directiva europea de derechos de autor en el mercado digital, la reforma del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (Inaem). ¿Cómo va a desatascar todo esto?
Respuesta. Hay que hacer. Hay que decidir. Es verdad que venimos de un año y medio de una pandemia que lo ha paralizado todo, pero nuestra obligación es recuperar el tiempo perdido. Sobre el Estatuto del Artista, tenemos un compromiso de sacarlo adelante en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del Gobierno y, por tanto, debe estar listo en diciembre del año 2022. A los 15 días de llegar yo al ministerio se creó la comisión interministerial y se han puesto en marcha cuatro grupos de trabajo, que tienen un calendario para promover los acuerdos necesarios, incluso con la idea de que no vamos a esperar a hacer un estatuto que lo contenga todo, sino que según vayan madurando las medidas necesarias las vamos a ir tomando. La ley de mecenazgo creo que podremos enviarla al Congreso el año que viene, aunque es verdad que tiene pendiente una reflexión general sobre la reforma fiscal que necesita España y, por tanto, en eso vamos trabajando con el Ministerio de Hacienda. La transposición de la directiva digital la vamos a llevar al Congreso antes de acabar octubre. Y está en marcha la reforma del Inaem y quizá en parte también del ICAA para dotar de mayor autonomía a estos organismos, que tienen que operar en el mundo de la cultura con unas reglas distintas a las de la economía general, lo que en el fondo también es la base del Estatuto del Artista. Frente a los que dicen que hay muchas cosas pendientes, mi obligación es desbrozarlas. Yo siempre prefiero equivocarme a no decidir. La cultura en este país tiene un potencial que no estamos siendo capaces de aprovechar porque hay estructuras demasiado rígidas y que no se ajustan bien a la especificidad de la creación cultural.
P. Una sensación en el sector es que, cuando se produce un choque entre Cultura y Hacienda, gana siempre Hacienda. ¿Eso es así?
R. A mí no me gusta el planteamiento de enfrentamiento dentro de un Gobierno. Si yo creyera que el mecenazgo nos va a quitar recursos vitales para hacer frente a necesidades como el seguro de desempleo o la Seguridad Social, sería el primero en decir que no vamos a ir por ahí. Y no voy a decir nunca: “Ah, me gustaría hacer más, pero no me dejan”. No voy a jugar a ese argumento. Mi obligación es llegar a acuerdos. Y he de decir que, por la actitud que veo en el Consejo de Ministros, hay ganas de resolver estos temas. La ley de mecenazgo es importante porque realmente no vamos a conseguir movilizar todos los recursos públicos necesarios para llegar a todas partes y, por tanto, parece lógico favorecer que desde el mundo privado se puedan canalizar recursos hacia la actividad cultural. Y es lógico también que el Gobierno se esté planteando esta discusión en el marco de una reforma más general sobre política fiscal. Porque al final, son habas contadas.
P. ¿Los Papeles de Pandora no demuestran que hacer ingeniería fiscal es más rentable que ser mecenas cultural?
R. La mayor parte de la gente está dispuesta a pagar impuestos. Eso no quiere decir que haya algunos que aprovechen las reglas o la falta de reglas para evadir sus responsabilidades. Y hay que ser muy severos. Porque el dinero que no tributa no contribuye a la sociedad, y eso no nos lo podemos permitir.
P. Cuando a usted lo nombraron para esta cartera después de ocupar la de Política Territorial hubo quien dijo que le habían dado un ministerio de menos peso, lo que lleva a pensar que la cultura no ocupa un lugar central en la sociedad española. Siendo así, ¿cree que un particular o una empresa que quiera acogerse a un incentivo fiscal a través de la ley de mecenazgo va a elegir la cultura por encima de otras actividades?
R. La cultura debería tener un mayor peso, pero eso no solo se puede medir en términos económicos. Aunque podríamos hacerlo, las estadísticas indican que moviliza un 3,4% del PIB. Pero el valor de la cultura no es solo económico. Por eso a mí me molesta cuando se dice “Cultura pide” o “la cultura pide”. La cultura lo que hace es ofrecer, la sociedad ha de ser capaz de aprovechar ese ofrecimiento y favorecer esa actividad.
P. ¿Va a empezar de cero con la ley de patrimonio después de que el proyecto aprobado haya sido contestado por la mayoría de las comunidades autónomas?
R. De cero nunca empiezas. La gente que piensa que la historia comienza cuando ellos llegan al escenario siempre me produce risa. Hay mucho trabajo hecho. Incluso aquellas cuestiones que son contestadas nos permiten afinar mejor.
P. Conocemos las grandes partidas a las que se van a dedicar los fondos europeos de recuperación tras la pandemia en el ámbito de la cultura, pero ¿cuándo se verán resultados concretos?
R. Cuando te hablan de digitalizar, muchas veces no sabes de qué te están hablando. Pues, por ejemplo, de que todo el patrimonio artístico estará en el ordenador. Estos serán beneficios intangibles, pero habrá también beneficios más concretos, como la rehabilitación de edificios, mejora de equipamientos.
P. ¿De qué plazos estamos hablando?
R. Este año vamos a ver la aprobación de algunos proyectos, pero el gasto concreto se va a ver en los años 22 y 23. Por tanto, al final del año 23 podremos hacer un balance. Nuestra obligación es gastarlo todo y gastarlo bien.
P. Sectores como el libro no han salido mal de la pandemia, pero otros como la exhibición cinematográfica, la música en directo o los espectáculos en vivo han quedado muy tocados. ¿Qué parte de las ayudas van a ir destinadas a ellos?
R. Nosotros intentamos que la gente pueda superar esta crisis y volver a una cierta normalidad. En el sector del cine, por ejemplo, el nivel de producción se ha mantenido bastante, pero en cambio los exhibidores lo han pasado fatal y es ahí donde hemos intervenido con ayudas específicas a las salas. Y hemos tenido que luchar contra algunas incomprensiones, de gente que decía que podía ver el cine a través de la televisión, en la tableta a través de las plataformas digitales. Nosotros tenemos que defender que nos gusta el cine en pantalla grande. Y utilizo viejos eslóganes como que el tamaño sí importa, en cuanto a las pantallas desde luego. Creo que estamos en puertas de un renacimiento cultural. Un historiador, José Enrique Ruiz-Domènec, ha hecho un estudio sobre las pandemias y nos ha redescubierto que después de las pandemias viene un momento de una cierta avidez cultural. Debemos estar preparados para ese momento, estimularlo y acompañarlo.
La cultura en este país tiene un potencial que no estamos siendo capaces de aprovechar porque hay estructuras demasiado rígidas
P. La nueva ley audiovisual no depende de su departamento, pero ¿está usted de acuerdo con la petición de que en la nueva norma quede marcado un porcentaje de producción propia para cada una de las lenguas cooficiales, no solo uno genérico para las lenguas españolas?
R. No sé cuál ha de ser la expresión o la fórmula concreta, pero desde luego nosotros vamos a respetar las competencias de las comunidades autónomas y el mandato que está en la Constitución. Las lenguas españolas distintas del castellano tendrán una especial protección. Con esto no hacemos más que cumplir con nuestras obligaciones. Es verdad que el mundo audiovisual está desbordando fronteras y eso hace que uno tenga que esmerarse más en proteger aquellos ámbitos lingüísticos más reducidos, porque efectivamente una producción en castellano va a tener más salida y más difusión. ¿Eso nos ha de hacer renunciar a las producciones en otras lenguas del Estado? En absoluto. Si no las protegemos desde el Estado, ¿quién lo va a hacer?
P. ¿Eso significa que habrá porcentajes para producciones en las otras lenguas cooficiales?
R. No sé cómo lo harán, pero lo que sí sé es que vamos a ayudar a la producción en lenguas que no son el castellano. Es perfectamente compatible jugar a fondo a favor del castellano con proteger las lenguas españolas que no son el castellano.
P. ¿Por qué no se acaba de cerrar el contrato con Carmen Cervera para garantizar la permanencia de la colección Thyssen en Madrid?
R. Cerrado está porque hemos llegado a un acuerdo y es un pacto muy satisfactorio.
P. ¿Por qué está tardando tanto tiempo en ratificarse?
R. La Administración tiene alguna lentitud, pero creo que todos deberíamos agradecer sus garantías. El contrato se firmará cuando acabe la tramitación administrativa, que no está resultando sencilla. El acuerdo está hecho, la decisión tomada, la firma se producirá cuando acabemos de redondear todos esos aspectos administrativos.
P. ¿El Ministerio de Cultura va a comprar el supuesto caravaggio que apareció en Madrid cuando sea autentificado y entre en el mercado?
R. Veremos, porque nosotros tenemos el dinero que tenemos. En nuestros museos hay otras obras de Caravaggio. Yo siempre digo que ahora me preocupa más tener dinero para comprar arte contemporáneo. Nuestras colecciones clásicas están bastante bien, siempre pueden mejorar, pero ahora nos preocupa más el arte contemporáneo, en el Reina Sofía o en proyectos de futuro como el de Tabacalera.
P. ¿Cuándo se va a publicar la transposición de la directiva europea de la propiedad intelectual en el mercado digital?
R. Calculo que en una o dos semanas tendremos el texto, que irá al Consejo de Ministros y luego tendrá su tramitación parlamentaria, porque vamos a hacerlo por vía de Real Decreto Ley. La directiva deja abierta la forma de negociación con las grandes tecnológicas y creo que nosotros debemos dejarlo abierto también. Puede haber una negociación directa, de hecho, Google está negociando ya con muchos medios y ha alcanzado acuerdos con algunos de ellos, y también permite los mecanismos colectivos de negociación.
P. ¿Qué va a hacer su ministerio para promover la tauromaquia?
R. En una ley de 2013 se fija que la tauromaquia forma parte de nuestro patrimonio cultural y que el Estado tiene un deber de protección. Nosotros tenemos una comisión de asuntos taurinos, tenemos un Premio Nacional de Tauromaquia que se da cada año y una subvención que este año ha ido a la Fundación del Toro de Lidia. Vamos a cumplir con nuestras obligaciones legales.
P. ¿En qué situación legislativa se encuentra la ley del deporte?
R. Nuestro cálculo es que llegue al Congreso antes de acabar este año. Y ahí vamos a trabajar el fomento y las condiciones del deporte y atender a las realidades del fútbol profesional. Y tenemos un deber pendiente, que es ajustar la ley del dopaje porque la agencia europea ha pedido mayores controles y una visión más exigente. Y luego existen nuevas realidades, como la del fútbol profesional femenino. Estamos decididos a promover el fútbol femenino profesional y si no se produjese un acuerdo entre los clubes, lo produciríamos nosotros. Tenemos en estos momentos sobre la mesa dos propuestas distintas del estatuto de esa Liga y vamos a intentar promover un acuerdo. Y si no, nos va a tocar fijar una posición arbitral al respecto. Y será pronto. No debe esperar mucho más.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.