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Deshielo independentista en La Moncloa con la fuente de Machado por medio

Torra pide a Sánchez ver el lugar en que el poeta, atacado por un sector del independentismo, quedaba con su última amante

Sánchez y Torra esta mañana en la fuente de Machado en La Moncloa. En vídeo, su paseo por los jardines de La Moncloa.Foto: atlas
Jesús Ruiz Mantilla

Ha sido un buen gesto para el deshielo el que ha trasladado el president Quim Torra a Pedro Sánchez con Antonio Machado como mediador. El poeta ha sufrido un alud de dardos lanzados por los más radicales del independentismo cuando un informe encargado por el Ayuntamiento de Sabadell recomendaba cambiar el nombre de la plaza Antonio Machado por "españolista y anticatalanista". El alcalde Maties Serracant se negó. Por eso, el presidente catalán ha echado mano del poeta como acercamiento y le ha pedido esta mañana al presidente del Gobierno que durante su primer encuentro en Moncloa le llevara a ver la fuente en la que el poeta se citaba a escondidas con Pilar de Valderrama, alias Guiomar, su último amor.

La fuente se ve desde las ventanas de la residencia presidencial. Durante mucho tiempo se creyó que había sido destruida por las bombas en el asedio de Madrid. Pero en la biografía de Machado que publicó Ian Gibson en 2006, el hispanista la identificó en perfectas condiciones. Pidió verla y lo comprobó. "Era la misma que aparecía en la fotografía del lugar que reproduje en mi biografía y data de 1930", recuerda ahora Gibson.

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La fuente de Guiomar está en La Moncloa

Fue en la época del Gobierno de Zapatero, pero ni en esas dos legislaturas, ni en las siguientes, las autoridades han rendido homenaje al poeta con la fuente como símbolo. Así que cuando Pedro Sánchez llegó a Moncloa, Gibson volvió al ataque para pedirle una placa en el lugar. Lo hizo por medio de Adriana Lastra, su mano derecha en el PSOE.

Ella le ha asegurado que se lo ha hecho saber al presidente, antes de que Torra insistiera en su visita. Sánchez y Gibson mantienen una buena relación. De hecho, el político le presentó su libro Aventuras Ibéricas y el autor fue de los escasísimos intelectuales que se mantuvo a su lado con apoyo público en las horas más bajas. El escritor y biógrafo le envió a través de Lastra un artículo que publicó EL PAÍS cuando apareció la biografía, en el que detallaba el hallazgo. 

Citas de fin de semana

Guiomar y Machado se citaban allí habitualmente los fines de semana. Él se desplazaba a Madrid desde Segovia, donde vivía a finales de los años veinte. Ella estaba casada con Rafael Martínez Romarete, ingeniero, pero no era feliz en un matrimonio de dónde habían salido tres hijos. El lugar distaba un kilómetro y medio desde su casa en el Paseo de Rosales.

Ella nunca accedió a separarse para entablar una relación más estable con el poeta. Sus encuentros duraron ocho años, antes de que Valderrama los cortara hacia 1935. Se veían allí cuando el lugar aún permanecía abierto al público. Fue diseñado por el restaurador, pintor y jardinero Xavier de Winthuysen que, según Gibson, "perteneció a la Institución Libre de Enseñanza". Lo alternaban con el Café Franco Español, de la avenida de Reina Victoria.

La fuente inspiró en Guiomar veros como estos: "El mismo banco de piedra / donde los dos una tarde... / Se enrosca al alma la hiedra / del recuerdo... ¡El pecho arde! / Pero estoy sola -es invierno- / sentada en la piedra fría. / Siento un escalofrío interno. / No está su mano en la mía. / Dime, Fuente del Amor, ¿dónde el que mi pecho llora se oculta? / Del surtidor el agua, saltando, llora... / Mis labios están helados. / Mis ojos miran sin ver, / ¡tan cansados!, este frío atardecer / en el Jardín de la Fuente. / ¡Cómo suena su canción / -canción del amado ausente- / dentro de mi corazón!".

Machado le pidió que los incluyera en su libro Esencias, y ella lo hizo. Según él, no levantaban sospecha. Y así fue, porque la identidad de Valderrama no se descubrió plenamente hasta 1981, cuando dos años después de morir apareció de manera póstuma Sí, soy Guiomar, sus memorias.

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Sobre la firma

Jesús Ruiz Mantilla
Entró en EL PAÍS en 1992. Ha pasado por la Edición Internacional, El Espectador, Cultura y El País Semanal. Publica periódicamente entrevistas, reportajes, perfiles y análisis en las dos últimas secciones y en otras como Babelia, Televisión, Gente y Madrid. En su carrera literaria ha publicado ocho novelas, aparte de ensayos, teatro y poesía.

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