La promesa rota de Perú llega al cine
El documentalista Eduardo J. Guillot recupera la historia del joven poeta Javier Heraud, fallecido a los 21 años por causas políticas
Buscando a Javier, el largometraje de ficción basado en la vida del poeta, maestro de escuela y guerrillero peruano, Javier Heraud, entra en marzo en la última fase de rodaje, que se realizará entre París y los parajes amazónicos de Puerto Maldonado, la capital de la región Madre de Dios, en la frontera con Bolivia, donde el intelectual murió por disparos de la policía en 1963. El director del filme, Eduardo J. Guillot, viajará unos días con un pequeño equipo a Europa y concluirá con una mayor producción en Puerto Maldonado: "Es lo que más tiempo va a demorar; lo complejo es la selva, habrá mucha gente", dijo.
El publicista y documentalista Guillot lleva 11 años en este proyecto, para el que recreó el año pasado en la capital peruana las escenas de la vida familiar y universitaria en Lima de Heraud y los interiores de París, recreando las décadas de los años 50 y 60, donde vivió. “Mi interés no es un biopic, pues es muy difícil hacerlo en una hora y cuarenta minutos. Construyo un personaje con la información de su familia, de sus amigos y de quienes lo han conocido. Rescato su valor como poeta, y su entrega a esta lucha en ese momento cuando él creía que era lo mejor que se debía hacer”, aclara el director.
Entre los ríos. Javier Heraud 1941-1963, escrito por Cecilia, una de las hermanas del escritor, recuerda que el presidente del jurado —el historiador Raúl Porras Barrenechea— no creía que un chico de 16 años pudiera haber leído más de 80 libros como dijo Heraud en su examen escrito; pero lo felicitó: “Hacía muchos años que no presenciaba un examen tan brillante”, le dijo. Heraud, aficionado a la literatura y al cine desde adolescente, destacó en la secundaria en letras y deportes, y sorprendió al jurado en su examen oral de ingreso a la Universidad Católica para estudiar literatura.
“Todos coinciden en que Javier era un hombre bueno. Hay que pensar que era un muchacho muy joven, con inquietudes, en un momento en América Latina en que la revolución cubana era vista por muchos estudiantes de letras como una gran esperanza”, relata Guillot.
A los 18 años, Heraud publica su primer poemario, El río, en 1960. Con este libro, según el ensayista y poeta Sebastián Salazar Bondy, el autor se incorporó a la poesía peruana "como vanguardia de una nouvelle vague que resume en sí, en su sabiduría e inspiración, la lenta elaboración de una lengua nueva que se inició con Eguren y Vallejo". “Ya verán, seré el Rimbaud del Perú, escribiré hasta los 21 años y nunca más”, dijo Heraud a su familia, cuyo padre prefería que fuera abogado. En 1961 ganó el premio Poeta Joven del Perú.
Viaje a la revolución
“Desde que estaba en el Partido Social Progresista, compuesto por intelectuales, empieza su interés por la política y le toca un viaje a la URSS en el apogeo del socialismo, creo que fue muy grande ese impacto. Luego en París, lee mucho y se vuelve un marxista”, refiere el cineasta sobre el pensamiento de Heraud. El filme también tiene que ver con una visión de ese tiempo, “un mundo de grandes cambios, de efervescencia, como los derechos civiles en EE UU, la guerra de Vietnam, así como hoy estamos en ese proceso, viendo cosas que no pensábamos como las protestas recientes [contra Trump]”, describe Guillot.
El poeta viajó en 1962 a La Habana, becado para estudiar cine, pero allí descubrió que aún no había cursos de esa especialidad. Conoció a Fidel Castro y se sumó a un grupo de 40 hombres que entrenaban militarmente para volver a Perú, al Ejército de Liberación Nacional. Muchos de sus miembros eran otros peruanos becados por el Gobierno cubano. En aquel año, el país andino estaba gobernado por una junta militar y no tenía relaciones diplomáticas con la isla.
En 1963, un grupo del ELN debía buscar transporte en la selva sur de Perú para trasladar armas y hombres desde Bolivia, y Heraud formó parte de él. En un incidente con la policía, el escritor fue abatido por decenas de balas. “La mala jugada del destino es que no pudimos ver en qué se pudo convertir Heraud. Por lo que he conversado con quienes lo han estudiado, llegó a una madurez poética”, remarca Guillot.
Protagonizan el filme Stefano Tosso como Heraud, Sofía Rocha y Lucho Cáceres como los padres del poeta, y Vania Acinelli como la musa del escritor. Además, el destacado Víctor Prada actuará como el dueño de una finca que protege al grupo cuando llega a la Amazonía desde La Habana. En la cámara, César Fe, cuyo trabajo sobresale en estos días en el filme El Soñador.
Babelia
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