Colombia defiende que el ‘San José’ está en una zona nunca explorada

La disputa por el codiciado tesoro que guarda en las profundidades del mar Caribe el galeón San José se dirime en varios frentes. Los ministros de Exteriores de España y Colombia se encontrarán este fin de semana en Cartagena de Indias con motivo de la I Reunión de Cancilleres de América Latina para, previsiblemente, resolver qué sucederá con los restos del yacimiento. A la espera de lo que pueda dar de sí esa reunión, la compañía estadounidense Sea Search Armada (SSA) lucha, de manera paralela y a través de los medios de comunicación, por los que considera sus derechos sobre el pecio. "La empresa adquirió derechos en un punto que no corresponde de ninguna manera con aquel en el que el Estado colombiano reconoció las evidencias arqueológicas del galeón", ha respondido la mañana del viernes el presidente colombiano Juan Manuel Santos reiterando que, aunque no puede desvelar las nuevas coordenadas, no coinciden.

Desde que el sábado 4 de diciembre el mandatario anunciara el hallazgo del San José, la compañía cazatesoros argumenta que el galeón es el mismo que ellos encontraron a principios de los ochenta. “Si se acredita que no está donde nosotros lo descubrimos, renunciamos a toda reclamación”, aseguró a EL PAÍS, Danilo Devis, abogado de Sea Search Armada en Colombia. El litigador recordó también que dentro del proceso civil, sus representados solicitaron el embargo de todos los objetos que salieran de las áreas marítimas identificadas y que fueran consignados en el Banco de la República. Además, reivindicó la sentencia de 2007 en la Corte Suprema de Colombia –obviando el fallo de 2013 en la Corte Suprema de EE UU a favor del Ejecutivo- que determinó que la empresa recibiría el 50% de lo hallado siempre que se inventariara como tesoro, no como patrimonio.

En esta misma línea se ha manifestado Jack Harbeston, director ejecutivo de SSA, en una carta enviada a CCN y a la que Santos ha hecho referencia directa. "El Gobierno de Colombia repite una gran mentira que, por desgracia, también se recoge en la prensa". Se refiere a la versión que mantiene el Ejecutivo colombiano de que la compañía perdió sus derechos en la corta federal estadounidense. "Nada más lejos de la realidad", aseguró el portavoz. "Parece que no hay buena voluntad para implementar la sentencia de la justicia colombiana y que el único interés es evitar que SSA visite su propiedad". Devis ya anunció a este diario que enviarían una petición al Gobierno para que les llevaran a la zona donde encontraron el galeón.

"De acuerdo con nuestra ley las coordenadas denunciadas y donde se encontró el hallazgo se mantienen reservadas, al igual que las de 1982", ha respondido Santos. "El Estado colombiano siempre ha sido protector y garante de los derechos de todo el mundo, empresas colombianas y extranjeras". El presidente solo ha cedido al afirmar que garantizarían los derechos de Sea Search "sobre los bienes que se encuentren en la coordenada señalada”. Y recordó una vez más la sentencia de la corte del distrito de Columbia en la que se negó la indemnización de 17.000 millones de dólares a la compañía.

Un tesoro para todos los presidentes latinoamericanos

La respuesta de Santos llega un día después de que coincidiera con muchas de las partes involucradas en el descubrimiento del galeón. Durante la toma de posesión de Mauricio Macri como nuevo presidente argentino, el mandatario colombiano se encontró con el rey Juan Carlos y los líderes de Perú y Ecuador. "Estaba esperando al saludo protocolario charlando con don Juan Carlos, un gran amigo de Colombia, de gran corazón, cuando de forma jocosa me dijo: ‘Oye, madrugaron para reclamar el galeón’, a lo que yo contesté: ‘Sí, majestad, al que madruga Dios le ayuda".

El monarca español no fue el único que participó en la broma, según ha explicado Santos, apareció "por coincidencia" el presidente Ollanta Humala de Perú. "A propósito, dicen que la plata viene del Perú”. El presidente colombiano, ante la encrucijada, ha contado que se disculpó diciendo que en su país le prohibían hablar del tema con ellos. "Entonces entró el presidente Correa y dijo 'ese tesoro deberían distribuirlo entre los presidentes sudamericanos”.