España restituye a Ecuador 49 piezas de su patrimonio confiscadas al narco
Algunas de las obras de arte precolombino recuperadas son de hace más de 3.000 años
Ecuador recuperó ayer en Madrid 49 partes del rompecabezas de su identidad. El Gobierno español restituyó oficialmente un lote de piezas de arte colonial y precolombino que se había incautado en 2003 en una operación contra el narcotráfico. La colección cuenta con obras de más de 3.000 años de antigüedad, algunas de las cuales se exhibieron durante el acto de entrega en el Museo de América, la institución que las custodiaba desde su recuperación en 2003. El embajador ecuatoriano, Miguel Calahorrano, destacó que las piezas representan una “historia milenaria de suma importancia para un país que busca construir su identidad”. Las autoridades valoran estas y otras 800 obras incautadas en la misma operación —de Colombia y Panamá, principalmente— en unos cinco millones de dólares.
La joya de la colección es una botella de los chorrera, un pueblo que ocupó la costa sur de Ecuador hace más de 30 siglos. La cerámica tiene la forma de un matraz achatado, con un cuello fino que funciona como la boquilla de un silbato. “La legislación española es muy celosa con respecto a la exportación de patrimonio histórico”, explicó Miguel Ángel Recio, director de Bellas Artes y Bienes Culturales y Archivos y Bibliotecas de España, en referencia a la relativa tardanza en la devolución de las obras. La policía española se las confiscó a un matrimonio colombiano en 2003 y un juez condenó en 2011 a 13 ciudadanos de ese país vinculados a la misma operación. Ecuador las recupera cuatro años después.
A un costado de la botella chorrera, en otra de las tres vitrinas que dispuso el museo para enseñar parte de las piezas, una pareja de figuras precolombinas de menos de 20 centímetros reposaban a la manera de El pensador, de Rodin, sentadas y apoyando los brazos en las piernas. Las espaldas son anchas y las extremidades robustas como las de la escultura francesa, pero los modelos son mucho menos fibrosos. Cada uno aguarda con una expresión diferente, el primero pensativo y cetrino, con la mano derecha a la altura de la oreja en un gesto de desdén. El otro esbozando una ligera sonrisa detrás de una amplia nariguera.
La deuda de Alemania
Más de 1.000 piezas precolombinas de México, Perú, Colombia, Guatemala, Costa Rica y Ecuador están retenidas en Alemania desde 2008. La policía de Baviera las incautó ese año en un camión de mudanzas que llegó de España, donde habían estado escondidas por 10 años. El cuerpo las custodia desde entonces en un lugar secreto, según la radio Deutsche Welle.
Los países latinoamericanos emprendieron distintos procesos legales para que Alemania les restituyera las obras, pero ninguno ha sido satisfactorio. Guatemala, que reclama 369 objetos, recibió la primera negativa entre todos los procedimientos por parte del Tribunal de Justicia de Múnich en 2010. El ente se amparó en la Convención de devolución de bienes culturales de la UNESCO, el cual exige un riguroso análisis de pruebas sobre la procedencia.
El año pasado España entregó a Colombia cerca de 700 obras que recuperó en la misma operación. “La devolución de todas las piezas se ha hecho como las entregas por fascículos. El año anterior las recuperó Colombia, esta vez Ecuador y próximamente lo hará Panamá, a la que le corresponden menos objetos”, explicó Antonio Tenorio, jefe de la Brigada de Patrimonio Histórico de la policía. “Ha sido un proceso muy largo, en el que también se encontraron algunas falsificaciones”, afirmó el oficial, “pero lo agradecemos mucho porque ahora esas figuras tienen una función didáctica en la brigada, sirven para estudiarlas como objetos falsificados”. El mercado negro de obras de arte es el tercero más lucrativo del mundo, tras el de drogas y el de armas, según datos de la UNESCO.
Italia ya había restituido a Ecuador unas 4.000 piezas de arte precolombino el año anterior, todas obtenidas en operaciones contra el crimen organizado. El embajador ecuatoriano celebró en el Museo de América que su país pudiera volver a contar con el acervo devuelto en España para “recuperar y construir una identidad”, uno de los elementos en los que más insistió. “Eso es lo que está haciendo el pueblo de Ecuador, construir una identidad y un destino propios”, concluyó antes de firmar el convenio para importar la colección.
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