
La hora de los estoicos
En otras democracias no hay necesariamente más consenso ni más limpieza, pero sí una aceptación distinta del disenso y la suciedad

Es de Chalamera (Huesca). Doctor en ciencias políticas por la Universidad de Oxford y catedrático en la Universidad de Gotemburgo y ESADE. Colabora con la Cadena SER y es miembro del consejo asesor de KSNET. Sus últimos libros: Organizando el Leviatán y Decálogo del buen ciudadano. En EL PAÍS escribe de política, divulgación científica y filosofía.

En otras democracias no hay necesariamente más consenso ni más limpieza, pero sí una aceptación distinta del disenso y la suciedad

Pablo Iglesias es incapaz de rentabilizar su producto político rompedor en un mercado en condiciones inmejorables

Con unos ojos tan vagos, toda España está en la oscuridad

Las palabras de Torra a largo de años conectan con lo peor de la historia: el supremacismo etnicista

España es, junto a Francia y Luxemburgo, el único país en el que no existe una tasa judicial

Mi objetivo era criticar el determinismo biológico y subrayar que el entorno sociocultural es la clave sobre la que podemos actuar

Educar en la igualdad de género ayudaría a los hombres a liberarnos los corsés emociones y de la competitividad extrema

Si ponemos la televisión o abrimos un periódico, todo son noticias de tribunales. Cualquier problema —de Cataluña a Cifuentes— tiene ahora una “vertiente judicial”

Éste podría ser el inicio de una novela póstuma de Henning Mankell, basada en los luctuosos hechos ocurridos en la Academia Sueca

El secreto de la supervivencia de las universidades reside en su capacidad de mantenerse a una distancia prudencial del poder

Cuando tienes un problema serio con los vecinos del quinto, o los echas de la comunidad, o te sientas a hablar

La mancha de un político salpica a todo su partido. No nos interesa el pecado. Tampoco el pecador. Solo castigar a los otros y salvar a los nuestros

Cuanto más intentan los políticos conectar con las emociones del pueblo más se alejan de lo que el pueblo desea

El liberalismo no es una antorcha para pasar de pensador a pensador, sino para iluminar los rincones más tenebrosos de cada sociedad

España empeora y se vuelve más desigual. Somos, tras Italia, el país con más diferencias regionales

Más del 85% de nuestra desigualdad de salarios se transmite luego a las pensiones. Aquí somos desiguales toda la vida

Que el Estado sustituya a familia y amigos como red de protección ha tenido un efecto inesperado: una plaga de soledad

En la política española antes se luchaba por ocupar el centro. Ahora, por alejarse de él

Hay que desanimar al independentismo con penas que desmotiven a sus líderes, pero no exciten a sus seguidores

Cataluña es un ejemplo de manual de competitividad partidista extrema: dos frentes casi idénticos y, en cada uno, una intensa lucha por la hegemonía

Podemos conseguir ambos objetivos: asegurar a los depositantes de todos los bancos de la eurozona y desincentivar las políticas temerarias

La actual generación de jóvenes corre el riesgo de vivir peor que la de sus padres

Los regímenes de Venezuela e Irán han perdido la primera línea de defensa de toda autocracia: la internacionalización de los problemas

Cuantos más años lleva algo entre nosotros, más porvenir tiene. Lo más nuevo, en promedio, perece antes

El 21-D ganaron los que se vendieron como reacción frente a una amenaza: la independencia o la represión estatal

En política, los tiempos son tan importantes como el contenido. No es el momento de ceder, sino de hacerse fuerte

La enorme desconfianza acumulada dificulta la consolidación de sistemas democráticos capitalistas en muchas repúblicas exsoviéticas

Es esa libertad para proponer soluciones imaginativas, y no un articulado sacralizado, el mejor legado de la Constitución

El ejemplo favorito de los secesionistas catalanes, Noruega, perdió algunas economías de escala al independizarse de Suecia en 1905, pero ganó una población cohesionada

En el Pacífico agitan cañas. Aquí varas de alcaldes. Pero es la misma búsqueda de un poder fantasioso

La intensificación del procés durante los últimos meses ha dañado la imagen de Barcelona y provocado un éxodo de empresas, muchas de ellas a Madrid

A diferencia de los periodistas nacionales, los extranjeros no sufren tanto los llamados costes de audiencia

Atrapado entre dos miedos, ser un traidor o acabar en la cárcel, Puigdemont se autoexilió a una realidad paralela

Amenazar con mano dura es una invitación a que prueben cuán blando eres

El independentismo ha crecido entre sectores centristas a base de demonizar al PP como un enemigo institucional del pueblo catalán

Huyendo hacia adelante, los independentistas han fracturado la sociedad, pero también han dañado su propia causa

El 1-O era una ocasión única para que todo el mundo saliera mínimamente satisfecho. Los poderes del Estado podrían haber ignorado una votación y los soberanistas podrían haber expresado su sentimiento de pertenencia al grupo

La legitimidad de un Estado depende de su predictibilidad

Para los fervientes creyentes en el cambio climático, los humanos somos responsables de los desastres naturales.

Ni humilles al vencido ni pagues a traidores.