Juan José Millás

Debería haber entre el yo y el tú un pronombre intermedio, algo así como una semifusa, al que pudieran apuntarse los yoes cansados

A veces, antes de que la pantalla del ordenador acabe de encenderse, te retiras de ella para no escribir

La filosofía es el arte de atar las ideas sueltas como la literatura el de articular las obsesiones sueltas

Minería de datos: imagino a unos tipos duros, con monos azules y un casco con luz en la cabeza que descienden a las profundidades de nuestras almas

Conozco personas a las que quiero y admiro cuyo único objetivo en la vida es llevar la razón

El problema es que todos esos dimes y diretes no nos permiten apreciar la chilena de Ronaldo

Imaginé que me abducían unos extraterrestres que pretendían sacarme las entrañas para analizarlas en su planeta

Retiré el brazo, escondiéndolo de inmediato entre las sábanas, al tiempo que la otra mano, espantada también por el encuentro, huía en la dirección contraria

Las gotas de la lluvia se estrellan contra los cristales, convirtiéndose luego en hilos de agua que atraviesan de un extremo a otro la superficie de las ventanillas

En el mundo analógico sucede justamente lo contrario: que gran parte de las personas reales carece de una existencia verdadera

Linde no es partidario de ligar la subida de las pensiones de jubilación al IPC

La Reforma Laboral y la Ley Mordaza salieron de la misma cabeza. Del mismo molde

Si las computadoras de hoy pudieran volver la vista atrás para ver cómo eran sus abuelos, se asombrarían igual que nos asombramos nosotros al visitar Atapuerca

Forges deja un mundo en el que todos y cada uno de nosotros ha quedado dibujado

Parece que la Parca se hallaba a su espalda, aguardando la oportunidad de darle un empujoncito

Hacia abril, el mes más cruel, llegas incluso a agradecer que los días no acaben

No sé cómo tratan a un ministro cuando llega a las urgencias de un hospital público, pero dudo que lo aparquen en un pasillo

Lo que intenta decirnos Rajoy es que a mayor responsabilidad pública, menos necesidad de conocimiento

Hay libros salvajes como el de Manuel Vilas, al que Dios confunda por rompernos el alma

Una compañera le dijo que los Reyes eran los padres. ¿Los padres de quién?, preguntó la niña