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LA IMAGEN
Columna
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Caen como moscas

Lindsay Dedario (Reuters)
Juan José Millás

EL FRÍO se puede fotografiar, pero no radiografiar. Este año hemos visto un catálogo impresionante de fríos, pues los hay de diferentes clases: secos, húmedos, inclementes, crueles, pasajeros, mortales… El de los campamentos de refugiados, por ejemplo, no es el mismo que el de ciudades como Chicago. Los campamentos de refugiados son no-lugares de los que paradójicamente el mundo está lleno. No vamos a decir que haya más no-lugares que lugares, pero podemos afirmar que el no-lugar avanza, se expande, crece en todas las direcciones físicas y morales que componen la realidad, el mundo, el entorno, el contexto, la situación, el ambiente. En ocasiones aparece un no-lugar a la vuelta de la esquina, donde hasta ayer mismo había un quiosco de periódicos. Las personas que viven en los no-lugares acaban siendo no-personas, o de ese modo las miramos. A la puerta de las tiendas de campaña de los no-lugares hay siempre un charco de aguanieve desde el que un niño, chupándose los dedos, mira a la cámara con asombro. De tanto ver estas imágenes del frío nuestro corazón se ha vuelto insensible, como si fuera ya un no-corazón.

El de la fotografía es un frío de un lugar llamado Nueva York. Lo que no sabemos es si el hombre que lo atraviesa y es atravesado por él es un no-hombre, o sea, un pobre. En los lugares-lugares hay grumos de no-lugares donde los indigentes caen como moscas cuando les alcanza el invierno. No sabemos si el de la maleta es un indigente con su casa a cuestas o un tipo que no encuentra taxi para ir al aeropuerto. Para averiguarlo necesitaríamos la radiografía. 

 

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Sobre la firma

Juan José Millás
Escritor y periodista (1946). Su obra, traducida a 25 idiomas, ha obtenido, entre otros, el Premio Nadal, el Planeta y el Nacional de Narrativa, además del Miguel Delibes de periodismo. Destacan sus novelas El desorden de tu nombre, El mundo o Que nadie duerma. Colaborador de diversos medios escritos y del programa A vivir, de la Cadena SER.

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