¿Vuelve el PSOE?
Es decisivo que el partido encuentre el discurso adecuado a los nuevos desafíos
Es Catedrático de Ciencia Política en la Universidad Autónoma de Madrid y miembro de número de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas.
Es decisivo que el partido encuentre el discurso adecuado a los nuevos desafíos
En 1987 había un único semáforo en Albania y un millón de búnkeres. El diplomático Manuel Montobbio utiliza esas construcciones como metáfora del totalitarismo
Los que tuvimos la fortuna de conocer a Bauman no podemos deslindar su teoría del personaje inquisitivo e irónico
La capacidad competitiva de Podemos y Ciudadanos estaba fuera de duda, por eso sorprende cómo se han ido desinflando
El lugar donde se está produciendo la polarización política es el espacio público regulado por los medios de comunicación y las redes sociales. Ahí, al argumento lo reemplaza la descalificación grosera; a la razón, la gracieta enmarcada en un tuit
La confrontación ideológica se suple cada vez más por la confrontación gestual
Por una vez, parece que nuestra “diferencia” cae del lado de lo positivo y no de lo negativo
¿Quién mejor para hacer hoy de tonto útil que una ‘celebrity’, elevada a héroe del pueblo?
El PSOE ha operado como el fusible que se ha quemado para evitar el riesgo de caer en la incertidumbre
El PSOE requiere algo próximo a una refundación del partido
La crisis del PSOE tiene mucho que ver con el desconcierto de la socialdemocracia
Mariano Rajoy podrá obtener el Gobierno, pero a un precio desorbitante
Nuestras señorías porfían en “cargarse de razones” para justificar sus posturas
El presidente siente que su cosecha de votos es el equivalente funcional a un perdón público
Tomamos conciencia de que nuestra sociedad civil puede funcionar por sí misma
Soñábamos con políticos que asumieran responsabilidades, con predisposición a pactar
La forma de hacer política de Rajoy —es decir, el no hacerla— está contagiando al resto
De forma más o menos consciente, los bloques polarizados siguen sintiendo un anhelo del bipartidismo
Podemos precisa de una marca ideológica limpia para diferenciarse de la otra izquierda
El PP trata de minimizar los riesgos asociados a la llegada de los bárbaros
Los españoles no están tan enfrentados como da a entender el griterío del espacio público
Las diferencias no pueden ser tan grandes como para presentar al otro como “indigno”
Antes padecíamos una desconfianza casi primaria hacia la política; ahora la vamos a endurecer con el rencor
Después de unas nuevas elecciones alguno de los partidos que ahora dialogan puede quedar relegado de las futuras negociaciones
Los ciudadanos piden democracia interna pero abominan de las disputas de los partidos
Lo que se escenificó el miércoles son las inmensas fracturas de la sociedad española
Es urgente que un amplio acuerdo entre los distintos partidos sustente un Ejecutivo que esté en condiciones de abordar los importantes retos cuya solución no admite demoras como el problema catalán, la brecha social y la reforma política
Salvo contadas excepciones, para algunos grupos políticos su patria parece ser el partido mismo
La historia vuelve con rabia pero más amortiguada porque el país es menos pasional
La parte más jugosa del libro de Innerarity es aquella en la que enfrenta la realidad de la política a sus muchos tópicos
El problema con las identidades se da solo en Cataluña y País Vasco, no en el resto de España
El problema político español se encuentra en el interior de cada una de las formaciones
Democracia no es el gobierno del partido más votado, es el gobierno de quien ostente la mayoría de escaños
Consolidar el respeto por las reglas de juego, configurar un Gobierno estable y poner en marcha la renovación constitucional son tres pasos sucesivos e inevitables a los que debe enfrentarse el Parlamento surgido del 20-D
Se ha acabado el Gobierno con piloto automático y la estabilidad asegurada
¿Acaso hay algo más democrático que los políticos entren en nuestro cuarto de estar?
Los nuevos espacios sociales cortan transversalmente las viejas identidades políticas y los referentes ya no sirven. Errejón, Mouffe y Revelli actualizan la teoría de la realidad