La mirada puesta siempre en el norte

En La Rioja se habla mucho estos días, por contagio de las proclamas políticas, del "efecto frontera" y de los desequilibrios que provoca la vecindad con el País Vasco y Navarra, que tienen un régimen fiscal propio. Es un viejo lamento que se repite periódicamente, aunque Sergio Andrés Cabello, profesor de Sociología de la Universidad de La Rioja, considera que "las preocupaciones de la gente van en otra dirección". Se refiere a fenómenos que están a flor de piel en esta región, como "el envejecimiento de la población, la marcha de jóvenes talentos, la depresión del medio rural, las malas comunicaciones por carretera y ferrocarril…".

La Rioja mira mucho al norte y descuida el sur. Es un territorio de contrastes. El músculo que exhiben Logroño y su corona metropolitana choca con una sierra cada vez más raquítica. En 27 pueblos no ha nacido ningún bebé desde hace 14 años, según el último estudio demográfico. "Un fin de semana cualquiera, las calles del centro de Logroño están a tope de paisanos y turistas. Si te vas a un pueblo del sur solo se escuchan las campanas", dice un camarero de la calle Laurel. Es la consecuencia del poder de atracción que el valle del Ebro tiene para la población y las actividades productivas, mientras el resto de la región se vacía sin solución de continuidad. El presidente de La Rioja, José Ignacio Ceniceros, nació en Villoslada de Cameros, uno de esos municipios pequeños (370 habitantes) que sufre la despoblación: "Estamos muy preocupados con este fenómeno porque provoca una desigualdad social".

"El riojano tiene un sentimiento propio muy marcado, pero es dicotómico. Por un lado, somos chauvinistas, muy apegados a nuestra tierra, nos tenemos en muy alta estima, aunque al mismo tiempo existe un cierto complejo de inferioridad con nuestros vecinos del norte", expone Sánchez Cabello, autor de una tesis sobre la identidad riojana. Entre los más optimistas, Julio Revuelta, candidato del Partido Riojano y convencido de que este partido regionalista volverá al Parlamento, opina que "en la administración falta voluntad para aprovechar las fortalezas de una comunidad que es una gran desconocida y podría convertirse en la Toscana española".

El gancho del vino juega a su favor. La denominación Rioja, que sitúa esta marca en 126 países del mapamundi, agrupa a unas 600 bodegas. En 2018 se comercializaron 263 millones de litros (un 7,35%), hasta 360 millones de botellas con ese sello. En un año "complicado" para estos caldos, Fernando Salamero, presidente del consejo regulador, destaca que "Rioja continúa siendo una marca vibrante y dinámica". Y en torno al sector vitícola ha florecido el enoturismo, cuyo impacto en la economía regional aumentó un 20,5% el año pasado y superó los 80 millones de euros solo en visitas a bodegas y museos, en cifras de la Asociación Española de Ciudades del Vino (Acevin).

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Carmen Bengoechea, consultora turística, da cuenta de la fuerza que está tomando el turismo del vino: "Hace 20 años nadie abría las bodegas al público, salvo alguna excepción, como Muga. En un mundo tan masculino y conservador, esto está cambiando mucho ahora. Ya son más de 180 las que reciben a los visitantes. Este sector tiene un potencial tremendo si hay concienciación, planificación, formación y decisiones firmes".

Los productores más pequeños, asociados en Bodegas Familiares de Rioja, se quejan del "favoritismo que reciben las marcas fuertes" y la "desidia de las instituciones", afirma su coordinadora Ana Jiménez, porque "se están tomando decisiones que perjudican a los pequeños y medianos viñedos. Somos los grandes olvidados y la UE nos está matando con las ayudas que ha diseñado para los grandes".

El cambio climático es una amenaza para la producción vitivinícola. Un estudio realizado por la Universidad de La Rioja, conocido esta semana, concluye que el aumento de la temperatura en 0,9-1,2 grados durante el último medio siglo "va a dificultar en el futuro" la gestión de los viñedos y obligará a "adoptar medidas sobre nuevos sistemas de riego, cambiar las fechas de recogida, atacar más enfermedades y plagas".

En el ámbito económico y laboral, un informe del gabinete de estudios del sindicato USO revela que en la última década se han destruido 3.200 puestos de trabajo, asegura Javier Martínez: "Somos una comunidad que damos al exterior la imagen de que se vive bien, pero los datos dicen otra cosa. Los sueldos son 200 euros al mes más bajos que en el conjunto del país. En pensiones también estamos por debajo de la media", dijo al presentar el estudio.

Ceniceros presenta un escenario distinto y pone de relieve que en 2018 "se crearon 13.400 empleos fijos y aumentó la presencia de la mujer en el mercado laboral. Por primera vez, hemos rebasado la barrera de las 60.000 mujeres afiliadas a la Seguridad Social y somos la segunda comunidad con menor tasa de paro juvenil". La tasa de desempleo se sitúa en el 10,38%, según la EPA. El panorama no es tan brillante para Pablo Baena: "La Rioja está parada por culpa de 24 años de Gobierno del PP. Hace unos años nos prometieron que íbamos a colocarnos entre las 60 regiones europeas más prósperas, pero estamos en la posición 112. Hacen falta políticas para atraer empresas e inversiones para generar empleo, y facilitar que los 20.000 jóvenes que se han marchado puedan retornar".

El catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de La Rioja Fernando Antoñanzas señala que la composición productiva de la región "le ha dejado menos expuesta a la crisis", gracias a una "fuerte concentración" de la actividad en el norte, donde son pujantes el sector agroalimentario (el vino y las hortalizas), la industria auxiliar del automóvil, del calzado o la fabricación de latas. Pero advierte de una “descomposición total” con el sur que tiene una "difícil solución". Hay más de 100 municipios con menos de 50 habitantes, el clima es más áspero.

Existe una coincidencia general en que La Rioja está penalizada por unas comunicaciones deficientes. "Por carretera, hay que pagar peaje para acceder por la AP-68 y la N-232 no está desdoblada y su siniestralidad es alta. El ferrocarril es el mismo que hace 40 años, con una sola conexión al día con Madrid, y somos los últimos en la lista de espera del AVE", describe el sociólogo Sánchez Cabello. ¿Y el aeropuerto? "No tiene pasajeros", remacha Revuelta, del Partido Riojano. La aspirante socialista a presidir la comunidad, Concha Andreu, apostilla: "Tenemos un problema de aislamiento brutal, pero gracias a la gestión del PSOE en el Gobierno central, por fin nos van a tener en cuenta y en La Rioja se invertirán 250 millones en licitar infraestructuras viarias durante los próximos años. El empuje nacional con Pedro Sánchez es evidente".

La Rioja dedicó a la Educación pública 280,4 millones de euros en 2017, según los últimos datos del Ministerio. Es una de las comunidades autónomas que menos aumentó (un 1,16%) su gasto para la enseñanza. La Sanidad tampoco atraviesa su mejor momento. Los profesionales de atención primaria vienen protestando todas las semanas ante los ambulatorios, en los conocidos como "miércoles blancos", porque la acumulación de citas en sus consultas les impide atender durante más de seis minutos a cada paciente.

No han desaparecido de la memoria colectiva los efectos negativos que tuvieron las denominadas vacaciones fiscales vascas, los beneficios que el Gobierno vasco concedió en los 90 a las empresas por instalarse en Euskadi y que la justicia europea declaró ilegales en 2011. "Es cierto que algunas empresas hicieron las maletas", apunta Antoñanzas, "para también se instalaron en La Rioja empresarios vascos por efecto del terrorismo. Seguramente nos ha perjudicado algo, pero no ha sido tan sangrante".

"Con los impuestos de los riojanos se benefició a los nacionalistas vascos", esgrime Baena. "El efecto frontera debe ser compensado", opina Andreu, "con la aplicación del artículo 46 del Estatuto" riojano, que contempla la creación de una comisión mixta con la Administración del Estado para "corregir los desequilibrios producidos en La Rioja por los efectos derivados de su situación limítrofe con otros territorios", dice la norma. Revuelta cifra en 300 millones los ingresos que esta comunidad tiene pendientes de recibir por este concepto.

Y en las elecciones todo puede pasar, a juzgar por los resultados en las generales y los pronósticos que marcan los sondeos. El PSOE viene con el viento de cola y podría arrebatar la hegemonía a los populares (en el poder desde 1995), aunque Pablo Simón, riojano y profesor de Ciencias Políticas en la Universidad Carlos III de Madrid, apunta que "el PP suele aguantar mejor las caídas en La Rioja que en el resto de España". En todo caso, el editor de Politikon augura "una gobernabilidad muy compleja" durante los próximos cuatros años. Podría ocurrir que el Parlamento regional fuese el más plural en democracia, con cinco formaciones representadas.

La socialista Andreu considera que el proyecto del PP "está agotado" y "pagará la apatía de su gestión yendo a la oposición" después de casi cinco lustros en el poder regional. Revuelta defiende el valor de "un partido de la tierra" y avanza que está "dispuesto a pactar a izquierda y a derecha". Baena promete "acabar con los chiringuitos del PP" y se postula como el garante de "la transparencia en la administración". El popular Ceniceros, que ha tenido que calmar el “hervidero” de luchas internas en su partido, se presenta "con espíritu ganador", dispuesto a aumentar su lista de logros, entre los que destaca la ley de diálogo social, la renovación del Estatuto, la ley de Renta de Ciudadanía o la de cuentas abiertas, entre otras.