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cartas a la directora
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Pobreza vitalicia

Los lectores opinan sobre la desigualdad social, el IVA de los productos de higiene femenina, la expresión de sentimientos a través de la escritura, la descentralización de instituciones y sobre la solidaridad

Cañada Real
Placas solares en chabolas del sector seis de la Cañada Real madrileña tras pasar meses sin suministro eléctrico.Luis de Vega

Todos hemos oído alguna vez la palabra vitalicia unida a pensión, sueldos... y a muchos títulos nobiliarios (que yo todavía estoy por saber para qué sirven), pero nunca se había visto unida a la palabra pobreza: pobreza vitalicia. Se refiere a esas gentes que viven en la miseria, que han heredado de sus antepasados y que dejarán a sus sucesores, pues debido a la falta de trabajo, oportunidades y a su precaria situación social, se encuentran en un agujero negro de miseria y desesperación, del que sin la ayuda necesaria son incapaces de salir por mucho que quieran, limitándose a malvivir día a día. Imaginémonos por un momento que estamos sin trabajo, sin amigos influyentes, viviendo en un barrio marginal, y que, solo por el hecho de salir de él, te miran mal, como a un bicho raro que viene a molestar, y al que se rechaza totalmente. Está claro que lo que a esta gente le falta, le sobra a mucha otra, que no duda en esconder a estos pobres, si es necesario, para que no le moleste ni a la vista ni a su conciencia.

Manu Ballesteros. Bilbao

Cara higiene femenina

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Soy una adolescente que, una vez más, tiene la menstruación. Estoy consternada por el dineral que una se tiene que gastar por este motivo y por eso propongo que se reduzca el IVA que actualmente se paga al comprar los productos de higiene femenina, que son imprescindibles. Porque ser mujer no debería ser caro.

Elisa Wang. Alcorcón (Madrid)

Escribir como forma de respirar

No sé ni quiero saber qué significa ser escritor. Solo sé que escribo, que la gente escribe. Que leemos, que la vida fluye entre palabras. El universo no parece tener sentido, y sobrevivimos a pesar del caos, pero siempre nos quedan las palabras. El orden y la paz que da vencer al tiempo y al espacio, a las barreras invisibles que hay entre todas y cada una de las vidas aquí presentes. Sé que escribimos para vivir y leemos para no morir; que la vida habla todos los idiomas y al expresarnos es cuando vivimos plenamente. Es la única diferencia entre pasar por este lugar como una mota de polvo, que se pierde entre la nada, o conectar con la realidad hasta fundirnos con ella. Escribir como forma de respirar.

Iker Vancourt. Moraleja (Cáceres)

A favor de descentralizar sedes

Como ciudadano de la España vaciada, comparto con el presidente del Gobierno la opinión de que el Estado debería desplazar a otras ciudades algunas sedes ministeriales. No es un asunto partidista, sino de sentido de Estado, “rellenar” las zonas de España que se están muriendo.

Macario Polo Usaola. Ciudad Real

Crisis de ansiedad

No recuerdo sus caras ni sus nombres. Solo sus voces. Porque la depresión y la ansiedad te hacen sentir presa en una habitación sin puerta ni ventanas. Sin embargo, unas completas desconocidas que pasaban por donde estaba tirada en el suelo en una crisis de ansiedad, abrieron la puerta para arrojar un poco de luz a tanta oscuridad y silenciaron a los demonios que gritaban más fuerte que nunca. En agradecimiento a las dos chicas que me asistieron el pasado miércoles en la calle Arapiles de Madrid.

Teresa Rueda Linares. Madrid

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