EL líder terrorista que quiso restaurar un califato en el mundo era también padre de una veintena de hijos, de cinco esposas, que han vivido en condiciones extremas, y miembro de un clan con casi seiscientos miembros y negocios internacionales, obligado a distanciarse de él
Al Qaeda no ha podido inspirar un movimiento de masas ni derribar gobiernos opresivos. La primavera árabe y la desaparición del líder acentúan el fiasco del sueño criminal
Que el líder de Al Qaeda residiese en las cercanías de Islamabad hace pensar que el Gobierno paquistaní, que conocía el hecho, aceptó protegerlo y después optó por entregarlo a EE UU
Washington prefirió una mentira de Estado antes que reconocer un asesinato selectivo. El anuncio del respeto al "rito islámico" quiso poner a salvo la condición democrática de EE UU
Arabia Saudí propuso unir las fuerzas de seis países para capturar o asesinar al jefe de Al Qaeda, según revelan documentos secretos del Departamento de Estado de EE UU
Nasser al Bahri, apodado 'Abu Jandal' ('El Asesino'), fue guardaespaldas del líder de Al Qaeda durante tres años. Su jefe le tenía encomendada la misión de que le ejecutase antes de ser apresado por los norteamericanos
En Al Rabat Ba Ashen la gente se resiste a hablar de Al Qaeda o de su fundador - La aldea refleja el Yemen rural y pobre en el que los terroristas logran apoyos