Las noticias del día (a veces)
Ni Bin Laden pudo con el clásico. De las 20.45 a las 22.45 del martes se paró el mundo en España y, concretamente, en TVE. La muerte de Osama Bin Laden no fue causa justificada para que el informativo nocturno de la primera cadena de la televisión pública durara apenas más de 10 minutos, o sea, el descanso del Barça-Madrid.
No es la primera vez que sucede. La emisión de un partido de fútbol, de tenis, de una carrera de motos o de unos saltos, sobre todo si hay colores patrios de por medio, es causa suficiente para reducir, eliminar o trasladar los informativos televisivos. El vicio resulta particularmente inaceptable en un canal público, que para eso está: para ofrecer a los ciudadanos, puntual y cada día, lo que sucede aquí y fuera.
El poeta romano Juvenal inventó en el siglo I la expresión panem et circenses, pan y circo, para referirse a los Gobiernos de entonces que alejaban a los ciudadanos de la política ofreciéndoles trigo y entretenimiento. Esa fórmula no sirve mucho en tiempos de crisis, pues la primera parte de la oferta resulta difícil de satisfacer. Puesto que no hay mucho pan, doble ración de circo. Es decir: deporte y más deporte.
Se traicionan así algunos argumentos que inspiran la idea de lo público. Esa idea tiene que ver con la voluntad de crear un espacio de encuentro para los ciudadanos. Las noticias, ofrecidas siempre a la misma hora, convocan a un auditorio para que este se informe de lo que está pasando y pueda formarse un criterio y actuar en consecuencia. Un servicio público, pagado por todos los ciudadanos, también debe ofrecer entretenimiento. Pero lo que TVE está transmitiendo es que el deporte es tan intocable que obliga a todo lo demás a plegarse a sus dictados. El telespectador que abomina de goles y carreras se siente cada vez más desamparado.
Este ejercicio de frivolidad solo lo puede remediar un real-decreto-bomba que obligara a emitir las noticias a su hora aun a costa de tener que ver los goles o las motos en otra cadena. Hoy es inimaginable. Llegar tan lejos sería imposible y, de momento, entre que se reducen los informativos y que estos, a su vez, se explayan con el deporte, más que con las noticias del día tendremos que conformarnos con celebrar las gestas deportivas aunque terminemos por no enterarnos de nada.
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