Del imponente desfile de Saint Laurent al experimento deportivo de Dior, las primeras jornadas de desfiles subrayan cómo ciertas prendas afectan a la percepción del cuerpo de las mujeres
El diseñador belga, que anunció su retirada el pasado marzo, ha presenciado la presentación de la colección de la firma que lleva su nombre desde la primera fila
El desfile de despedida del belga, tras sus casi 40 años de carrera, culmina la semana de la moda masculina de París, donde han brillado los ejercicios de artesanía práctica y lujosa de Louis Vuitton, Dior, Loewe y Hermès
A excepción de sus compañeros de profesión, el diseñador belga ha decidido retirarse cuando toca, es decir, a los 65 años, “y así poder hacer esas cosas para las que no he tenido tiempo”, dice. Si Dries siempre ha puesto de acuerdo a crítica, clientes y aficionados es precisamente por esta independencia al tomar decisiones, laborales y de vida
El diseñador ha decidido echarse a un lado para que sean otros los que se ocupen de su legado. Hace unas semanas charlamos con él sobre su visión única de esta industria en la que podría ser una de sus últimas entrevistas antes de su retirada
Por primera vez en décadas la industria del lujo ha ralentizado su facturación. Las grandes marcas responden con alternativas dispares, y a veces confusas, en un intento por seducir a un cliente cansado de las viejas dinámicas
Desde los zapatos Tabi de Margiela hasta los bolsos Baguette de Fendi, pasando por los zuecos de Loewe y las gafas de Balenciaga, estos son los complementos que triunfan este otoño-invierno.
De las brujas trajeadas de Dior a las viajeras poderosas de Saint Laurent, las primeras jornadas de desfiles en la capital francesa redundan en la tendencia de la sencillez y la discreción. El color y las siluetas lúdicas resultan, a estas alturas, un motivo para emocionarse
Un homenaje a la danza (y a su adorada Pina Bausch) a través de una serie de fotografías que exploran las posibilidades expresivas entre el cuerpo y el vestido
El francés, que se retiró en 2009, sorprende a los asistentes al desfile de Van Noten en París con una colección diseñada a cuatro manos. Una fantasía ornamental que fusiona dos imaginarios maximalistas e imprescindibles.
El propio diseñador belga explica en el backstage las claves de una colección exquisita. Sus creaciones son el más bello contraataque al mecanismo ‘marketiniano’ de diseño (y consumo) cómodo.
«Es fácil caer en diseños estridentes que llamen la atención, pero yo quería prendas que además generaran deseo», explicó el diseñador. La colección mezcla sastrería con estampados creados a partir de fotografías que su equipo tomó en su jardín en otoño.
El fin de una era: el creador, que había sido independiente desde sus inicios, pasará a ser accionista minoritario en su alianza con la firma española.
Delicados vestidos de noche se mezclan con prendas estampadas con flores o labios. El brillo domina toda la colección: en la ropa, en el maquillaje e incluso en el pelo.
Convertido de nuevo en nombre de referencia, el diseñador belga protagoniza una muestra en París que inspecciona su proceso creativo durante 30 años de carrera en la moda. El juego con el que suele trastocar los clichés no ha concluido.