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¿Por qué todos los famosos quieren su marca de bebidas alcohólicas? Del tequila de George Clooney a la ginebra de Emma Watson

Cada vez más celebridades lanzan al mercado sus espirituosos y buscan asociarse a valores como la autenticidad en la industria, donde la presencia de las mujeres todavía es ínfima

George Clooney, Rande Gerber
George Clooney y Rande Gerber en una imagen promocional de su tequila Casamigos cedida por Diageo.
Ixone Arana

George Clooney fue el actor que más dinero ganó en 2018 y eso que no apareció en ninguna película. El intérprete, de 61 años, recaudó 239 millones de dólares ese año, pero no fue gracias al cine, sino al tequila. A un tequila llamado Casamigos que nació de “las noches de tequila y amigos” que Clooney compartía con el empresario Rande Gerber ―marido de Cindy Crawford― y el promotor inmobiliario Mike Meldman, según explican los tres socios en la página web del destilado. Su objetivo era elaborar un tequila tan sabroso y suave que no se necesitase sal o lima para paliar su gusto. Después de varios años realizando catas a ciegas, dieron con lo que buscaban. Lo lanzaron en 2013, cuando adquirieron una licencia y comenzaron su venta profesional. El éxito de Casamigos fue arrollador. Tanto, que en 2017 la destilería británica Diageo compró el producto por 1.000 millones de dólares ―905 millones de euros―, lo que le valió a Clooney un cheque de 200 millones de euros y el liderazgo en la lista de los actores mejor retribuidos.

Después de este negocio redondo, muchos famosos han seguido la estela del actor y han lanzado su propia marca de bebidas espirituosas de agave, es decir, tequila o mezcal. En 2015, Justin Timberlake lo hizo con Sauza 901, una línea de tequila premium de triple destilado, y Adam Levine, de Maroon 5, creó junto al guitarrista Sammy Hagar la bebida Santo Mezquila, una fusión de los dos destilados que idearon de casualidad en una sobremesa. Un año después, Michael Jordan sacó al mercado el tequila Cincoro, que surgió de una charla mientras esperaba mesa en un restaurante. También se ha lanzado a este negocio el cantante Maluma, con el Mezcal Contraluz o el actor Dwayne Johnson, con el tequila Teremana, que vendió más de 600.000 cajas de nueve litros en 2021 ―un año después de su lanzamiento―, convirtiéndose en el tequila que más rápido ha crecido de la historia.

Karen Locke, fundadora de la empresa estadounidense de marketing de bebidas alcohólicas High-Proof Creative, ve lógico que todas estas estrellas busquen en el tequila “una manera de redistribuir su riqueza fuera de su carrera profesional”. Primero, porque según el análisis de IWSR ―la principal fuente de datos sobre el mercado mundial de bebidas alcohólicas―, el tequila acaba de superar al whisky como la segunda categoría de licores más valiosa en Estados Unidos. Las bebidas espirituosas de agave contribuyeron con 1.600 millones de dólares a esta industria en 2022, solo por debajo del vodka. Pero además, considera que es una bebida que “da la oportunidad de crear una historia” a su alrededor. “Tiene un proceso largo e intrincado que a menudo implica viajar a otras partes del mundo, como Europa o México. George Clooney con jeans en un campo de agave es más sexi que la producción de vodka en una destilería en el centro de Estados Unidos”, asegura, preguntada por EL PAÍS.

En este sentido, Locke destaca la autenticidad con la que los protagonistas de Breaking Bad, Aaron Paul y Bryan Cranston, han enfocado su mezcal Dos Hombres. “Después de una búsqueda hermosa, pero agotadora por Oaxaca, creímos haber encontrado nuestro lugar. Nuestro mezcal. Estaba en un camino de tierra, en un pueblo pequeño, a horas del centro de la ciudad. Joder, era perfecto. Nos miramos y simplemente asentimos. Es esto”, relatan en la publicación de Instagram con la que presentaron el producto en 2019.

El whisky, a pesar de haber perdido la medalla de plata en el mercado norteamericano, también ha seducido a muchos famosos a la hora de invertir sus fortunas. Matthew McConaughey (Wild Turkey Longbranch Bourbon), Jamie Foxx (Brown Sugar Bourbon), Bob Dylan (Heaven’s Door Whisky), Drake (Virginia Black Whisky) o David Beckham (Whisky High Club) son algunas de las estrellas de la música, el cine y el deporte que han lanzado su marca de esta bebida espirituosa. Jeff Hopmayer, fundador de la firma de consultoría para la industria de bebidas alcohólicas Brindiamo Group, ubicada en Nashville (EE UU), considera que uno de los motivos por los que las celebridades apuestan por este destilado es que les interesa que se les asocie con lo que representa. “En el caso del whisky, buscan alinearse con valores como la tradición, la autenticidad y la artesanía”, comenta. También es lucrativo: el luchador irlandés Conor McGregor, por ejemplo, vendió su Whisky Proper Twelve en 2021 por 130 millones de euros a la compañía mexicana Becle, propietaria de José Cuervo.

¿Un negocio de hombres?

Según Niall Brown, director ejecutivo de la compañía Braeburn Whisky, especializada en inversiones en esta bebida, a los famosos ya no les basta con prestar su rostro a las firmas para ganar dinero. “Ahora los consumidores más jóvenes quieren autenticidad. Crear una nueva marca parece el paso lógico”, asegura a este diario. Lo que no es tan lógico es que las famosas se queden fuera de este negocio. La actriz Kate Hudson es una de las pocas excepciones. En 2019 lanzó King St. Vodka, al que nombró así en honor a la ubicación de su antigua casa en Nueva York, donde solía hacer fiestas de cenas y cócteles. “Siempre me ha parecido fascinante la industria de las bebidas espirituosas y me encantan los Dirty Vodka Martinis. La empresaria que hay en mí afronta con ansias el desafío de construir una marca en una industria completamente nueva”, comentó en ese momento.

Channing Tatum y su Born and Bred o Jason Momoa, que este 2023 ha lanzado su propio vodka sostenible bajo el nombre de Meili Vodka, son solo algunos ejemplos de otros intérpretes masculinos que han aceptado ese desafío. Para la mayoría de sus colegas femeninas, sin embargo, sigue siendo una industria desconocida. “Históricamente, ha habido una tendencia a asociarlas con marcas de belleza y moda, mientras que las celebridades masculinas se han asociado con productos relacionados con marcas de deportes, tecnología y bebidas alcohólicas”, sostiene Hopmayer. El actor Ryan Reynolds es copropietario de la ginebra Aviation Gin, sobre la que también firmó un acuerdo de venta a Diageo por 610 millones de dólares ―casi 550 millones de euros―. En cambio, su mujer, la actriz Blake Lively, se ha decantado por lanzar la marca de refrescos Betty Buzz, “sin alcohol y con menos calorías de lo habitual”, según se anuncia. “No bebo. Sé que es extraño viniendo de la esposa de un infame bebedor de ginebra”, bromeó Lively cuando presentó el proyecto, “he visto que los refrescos son los héroes olvidados del mundo de las bebidas y merecen tanto amor como el alcohol”.

Aun así, los expertos de la industria confirman que las cosas están cambiando. “El estereotipo del típico bebedor de whisky como un hombre mayor aún resiste, pero el cambio está ocurriendo y las mujeres se están convirtiendo en la clave de la industria en muchas destilerías”, reconoce Brown. Hopmayer también opina que “en los últimos años, ha habido un cambio hacia una mayor diversidad, con celebridades femeninas lanzando marcas exitosas también en la industria del alcohol”, aunque suelen decantarse por bebidas con una graduación alcohólica menor. Así ha sido en el caso de Cameron Diaz y Avaline, la gama de vinos blancos y rosados que creó en 2020 a partir de uvas catalanas; o en el de su compañera de Los Ángeles de Charlie Drew Barrymore, que cuenta con una colección de sus propios vinos, elaborados en Monterrey, desde 2013. También Hay dos ejemplos recientes: el de Jennifer López, que a principios de abril sacó su spritz bajo el nombre DeLola, inspirado en la cultura italiana; y el de Emma Watson, que el 29 de abril anunció el lanzamiento de su ginebra Renais, un proyecto que comparte con su hermano Alex. “Es una oda a los viñedos besados por el sol de Chablis, donde mi familia ha estado elaborando vino estos últimos 30 años”, explicó en Instagram.

Brad Pitt aprovechó el festival de Cannes, que empezó el pasado 16 de mayo, como escenario para presentar su nueva ginebra The Gardener Gin, que llegará a las tiendas estadounidenses en una edición limitada en septiembre. Además, en la gala de los Oscar 2023 se sirvió Fleur de Miraval, un champán rosado de 390 dólares ―350 euros― que Pitt produce en su bodega de la francesa Champagne. Angelina Jolie, de quien se divorció en 2016 después de 11 años de relación, formaba parte del negocio, pero en 2021 vendió la parte de los viñedos que le correspondían ―algo que el actor tachó de “malvado y vengativo” por no ofrecérsela a él, tanto que llegó a demandarla―.

También ha resultado polémica la marca de tequila de la modelo estadounidense Kendall Jenner, Drink 818, a la que han acusado de apropiación de la cultura mexicana. Algunos usuarios criticaron en redes sociales que, a pesar de utilizar productos mexicanos y la estética del país, este tequila no está disponible en México. Tampoco gustó que Jenner promocionara el producto tomando tequila en un paisaje de la estepa mexicana con vaqueros, camisa y un par de trenzas. “Kendall Jenner desde su privilegio haciendo un anuncio sobre su tequila, con ropa similar y trenzas muy comunes a los estereotipos mexicanos de las mujeres indígenas”, criticó una usuaria. George Clooney en vaqueros en un campo de agave es sexy, pero Kendall Jenner en vaqueros en un campo de agave es una falta de respeto.

'Spain is different'

Hay costumbres estadounidenses que han calado en España, como celebrar Halloween o pedir regalos a Papá Noel. Pero que los famosos saquen su propia marca de bebidas espirituosas no es una de ellas. "Los factores culturales y las diferencias en los hábitos de los consumidores influyen. En España hay una larga tradición de vinos y licores producidos localmente, lo que hace que sea más difícil para las marcas propiedad de celebridades hacerse un hueco. Por el contrario, en EE UU la cultura de las celebridades está muy extendida y los consumidores están más dispuestos a probar nuevos productos solo porque están respaldados por famosos", argumenta Hopmayer, de Brindiamo Group. De hecho, las pocas muestras de famosos que han sacado su propia marca de bebidas alcohólicas en España son vinícolas, como los vinos de la Bodega Andrés Iniesta que el exfutbolista produce en Fuentealbilla, su pueblo natal, aunque en los últimos años este negocio solo acumula pérdidas.

"España está tradicionalmente interesado en otros mercados", opina Niall Brown, de Braeburn Whisky. Y en otros famosos. Porque sí que hay una marca de productos alimenticios creada por una celebridad española que ha triunfado: Sabores de la Esteban. La famosa colaboradora televisiva Belén Esteban emprendió este negocio de gazpachos, cremas y patatas fritas en 2021 con 3.000 euros y en su primer año a la venta cerró sus cuentas con un beneficio de más de 160.000 euros.

Sobre la firma

Ixone Arana
Es redactora de Estilo de Vida. Antes de incorporarse a EL PAÍS, donde también ha escrito para la sección de Madrid, trabajó en 'Cinco Días', principalmente en la sección de Fortuna. Graduada en Periodismo por la Universidad del País Vasco y Máster de Periodismo UAM-EL PAÍS.

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