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Póntelo fácil en marzo: 11 platos únicos que se preparan en menos de 20 minutos

Una sección mensual para solucionar las comidas y cenas del día a día, con consejos para sacar el máximo partido a cada preparación, ingredientes que facilitan la vida y platos de temporada

Cocina facil
En 15 minutos la tienes listaMònica Escudero
Mònica Escudero

Ni invierno ni primavera y un poco de todo a la vez, marzo es un mes de transición en el que conviven en la verdulería ingredientes fronterizos, tal y como pasa con las temperaturas y lo que te apetece como consecuencia. Si además este desmadre te pilla con la guardia baja -un abrazo para los que vivimos en comunidades en las que no ha habido un festivo desde Navidad-, sobreviviendo como puedes comida a comida porque no te da la vida para bachuquis, quédate. Porque de eso va la sección “póntelo fácil”, de ayudarte a optimizar recursos, tener a mano fórmulas, ingredientes o técnicas para comer bien con ingredientes de temporada sin dejarte ni el sueldo ni media vida en ello.

Después de las recetas que saben a pasta -pero no lo son-, ideas para cocinar con las conservas que tengamos en la despensa de abril, recetas primaverales con cuatro ingredientes y ensaladas veraniegas, 11 platos únicos para los que no es necesario encender los fogones, las recetas para táper, clásicos actualizados, platos de cuchara rápidos, cremas de verduras y recetas con arroz, hoy vamos con platos únicos exprés para todos los gustos. Como siempre, con la ayuda de cereales de cocción rápida, procesados saludables -legumbres cocidas, pescado en conserva, marisco o verdura congelada, frutos secos-, proteínas saludables como huevos, tofu o pollo e ingredientes de temporada como espárragos, acelgas, coliflor o espinacas.

Muchas ideas saludables como salteados, sopas rápidas o guisos con lo que tengas en la nevera que sirven como comida completa, pastas pequeñas que hacen las veces de arroz -pero tardan mucho menos en cocinarse-, ensaladas, ideas con huevo o bases que venden ya cocidas en cualquier sitio (como la remolacha). También alguna propuesta para cuando te apetece algo más guarrete, o tostadas y bocatas que piden poco más que abrir un par de latas para los días en los que el cuerpo te pide mínimo esfuerzo.

Ensalada de cuscús y coliflor con pollo, hortalizas y vinagreta de piparras

El cuscús tibio, la coliflor crujiente y el picante avinagrado de las piparras hacen una combinación perfecta para un plato que puede funcionar perfectamente para llevar en táper al día siguiente. Preparas doble cantidad, dejas que se enfríe antes de mezclar los tomates y el perejil con el resto de ingredientes en la parta que te vas a llevar para que no queden mustios, pones la vinagreta aparte y comida lista. Cocina dos pechugas de pollo en dos filetes -cortadas por la mitad- unos tres o cuatro minutos por cada lado a fuego medio. Cuando estén listas deja que se templen un par de minutos más y trocéalas. Mientras se cocinan, pesa 200 gramos de cuscús y ponlos en una taza, mide su volumen y mezcla con el mismo volumen de agua hirviendo. Ralla con un rallador grueso 300 gramos de coliflor. Corta por la mitad 16 tomates cherry, una cebolla dulce pelada en tiras y unas cuantas piparras en rodajas (a mí me gusta que quede bastante alegre). Haz una vinagreta con 60-80 mililitros de aceite de oliva virgen extra, un poco del vinagre de las piparras, sal y pimienta. Monta la ensalada y, si tienes, ponle un puñado de hojas de perejil.

Salteado de espárragos, garbanzos, huevo a la plancha y queso curado

Rompe las partes más duras de dos manojos de espárragos verdes finos -unos 600 gramos en total- y córtalos por la mitad. Pela y lamina una cebolla. Pon las mitades de abajo de los espárragos en una sartén grande o wok a fuego alegre con la cebolla, aceite y un poco de sal y pimienta y saltéalos (si no tienes una sartén muy grande, usa dos). Mientras, lava y escurre 600 gramos de garbanzos cocidos. Pasados dos minutos, añade las partes de arriba de los espárragos. y saltea todo cuatro minutos más. Añade los garbanzos, tomillo y romero o las hierbas que prefieras. Saltea tres minutos más todo junto. Sirve con un huevo a la plancha, más pimienta y un poco de queso curado rallado por encima.

Guiso de lentejas rojas con tofu, curry y espinacas

Perfecto para estos días en los que aún hace fresco, este guiso se prepara mucho más deprisa que cualquier otro de legumbres crudas gracias a la falta de hollejo de las lentejas rojas. Pon a hervir un litro de agua o caldo de verdura con un poco de sal y 300 gramos de lentejas rojas. Al lado, tuesta en una sartén un poco de curry -en pasta o en polvo, del tipo que prefieras- y cuando huela bien añádelo a las lentejas.

Las lentejas rojas son la legumbre más rápida para cocinar desde crudo
Las lentejas rojas son la legumbre más rápida para cocinar desde crudoRAQUEL BERNÁCER

Pon también seis cucharadas de tomate frito. Saltea una cebolla en tiras y un pimiento verde y añádelo al guiso. Pasados unos 15 minutos, cuando las lentejas empiecen a estar blandas, añade 300 gramos de tofu de consistencia media, un buen chorro de leche de coco y 300 de espinacas (pueden ser descongeladas). Deja hervir todo junto cinco minutos más, y sirve con un poco más de leche de coco, lima y si quieres cilantro fresco y algún fruto seco picado.

Pasta cremosa con guisantes, menta y requesón

Lleva a ebullición en una cazuela u olla baja 750 mililitros de caldo, agua con un poco de miso o una pastilla de caldo vegetal. Cuando hierva añade 250 gramos de pasta corta pequeña, que necesite entre seis y ocho minutos de cocción (los piñones de sopa quedan perfectos) y pimienta. A los dos minutos, pon 800 gramos de guisantes descongelados y deja cocinar todo cuatro minutos más. Pon 300 gramos de requesón o ricota y remueve bien para que se integre todo. Cuando tengas una mezcla cremosa, saca del fuego, aliña con menta fresca, zumo y ralladura de limón al gusto, un chorrito de aceite de oliva y más pimienta.

Ensalada tibia de patatas nuevas y judías con sardinas

Lleva a ebullición agua con sal en una olla. Lava y corta en dados 500 gramos de patata nueva y ponlos en el agua hirviendo. Mientras, pela y corta fina una cebolla y ponla en un tarro con unos 40 mililitros de vinagre de manzana, aceite de oliva virgen, una cucharada de alcaparras, sal y pimentón, tapa y agita (si quieres, dale antes 30 segundos de microondas a máxima potencia sin la tapa, el calor acelerará el proceso de encurtido de la cebolla).

Sardinas en aceite o en escabeche, siempre bien
Sardinas en aceite o en escabeche, siempre bienMònica Escudero

Cuando la patata lleve seis o siete minutos hirviendo, añade 800 gramos de judía redonda descongelada y deja cocinar todo junto seis minutos más. Escurre bien la verdura, pasa a un bol con la vinagreta de encurtidos, remueve bien y añade unos 100 gramos de sardinas en aceite escurridas (si son en aceite de oliva, puedes usarlo para el aliño). Si tienes un poco de perejil, le irá genial.

Fideos de arroz con verduras y langostinos

Lleva agua a ebullición con 300 gramos de fideos de arroz (finos, tipo vermicelli) y déjalos remojar unos minutos, según indicaciones del fabricante. Mientras, mira qué verduras tienes en la nevera y alacena: cebolla, zanahoria, col, coliflor, puerro, espinacas, champiñones pimiento o calabacín; si sirve para un salteado, vale (necesitaremos unos 200 gramos por persona). Empieza salteando la cebolla o el puerro en rodajas no muy finas con aceite de oliva suave. Mientras se hacen, sigue cortando el resto en rodajas de unos tres milímetros -si tienes mandolina, puedes sacarla- las demás verduras, y añádelas a medida que las vayas cortando. Cuando la verdura tenga algo de color y haya perdido un poco de fuerza, añade los fideos (ponlos a escurrir un par de minutos antes). Puedes aliñarlo con salsa de soja, un poco de miso diluido en agua o vinagre, ponerle sésamo o su aceite, o darle al final un toque de sriracha, alguna hierba -menta, albahaca, cebollino o tallo de cebolleta- y lima o limón. Suma 300 gramos de gambas o langostinos pelados, y cuando estén listas, sirve y a comer.

Judías blancas con acelgas, salchichas y majado de pan

Pon en una cazuela con un chorro de agua las pencas troceadas de 800 gramos de acelgas. Tapa y deja que se cocinen al vapor unos cuatro minutos, añadiendo más agua si es necesario durante el proceso (también puedes hacerlo en el microondas, en un bol cubierto con un plato). Mientras, corta las hojas en tiras -en horizontal- y lamina tres o cuatro dientes de ajo. En una olla o cazuela con un poco de aceite, dora una rebanada de pan. Retira; añade el ajo y dale unas vueltas. Añade 300 gramos de salchichas troceadas -las mejores que te puedas permitir- y deja que cojan color. Añade las hojas de las acelgas, las pencas precocinadas, cuatro cucharadas de tomate frito y 400 gramos de judías con su líquido de gobierno. Prueba y ajusta de sal: en este punto quedará un plato jugoso pero “de tenedor”, si lo quieres convertir en cuchareo, ponle un poco más de líquido (agua o caldo). Lleva todo a ebullición tres o cuatro minutos; mientras, prepara un majado con el pan frito, comino, pimentón, un diente de ajo y un chorrito de vinagre. Añádelo, remueve y deja que hierva todo un minuto más: listo para comer.

Remolacha, yogur, feta, huevo duro y frutos secos

Pon a cocer seis huevos en agua hirviendo durante ocho minutos. Mientras se hacen, corta 800 gramos de remolacha cocida en dados y pela y corta a pluma una cebolleta (reserva el tallo para decorar al final). También puedes añadirle una manzana ácida, tipo Granny Smith. Mezcla dos yogures griegos con ralladura y zumo de limón al gusto, un poco de sal; teniendo en cuenta que el feta ya es salado, y un toque de mostaza.

La remolacha cocida es perfecta para recetas exprés
La remolacha cocida es perfecta para recetas exprésJulia Laich

Mezcla bien el aliño con la remolacha y la cebolla (reserva un par de cucharadas para el final). Trocea un puñadito de frutos secos -nueces, avellanas o anacardos-, desmiga unos 80 gramos de queso feta y ponlo por encima. Cuando los huevos estén listos, enfríalos en agua, pela y corta en cuartos a lo largo. Termina con un poco del aliño reservado, pimienta y un chorrito de aceite de oliva virgen extra.

Tres tostadas o bocadillos con pimientos en conserva

Las posibilidades que nos ofrece un bote de pimientos en conserva son casi infinitas, como contó hace poco nuestra compañera Míriam García en este artículo. Como un buen bocadillo o una tostada generosa puede hacer las veces de comida un día de esos de nevera escasa y ganas de crujiente, vamos con ideas para convertirlos en eso. Con un buen pan tostado, bonito en aceite -o atún, agujas, bacalao o la conserva de pescado que tengas- y un poco de cebolla dulce en daditos o cortada a pluma tienes la opción más rápida (y muy satisfactoria).

Pimientos y bonito sobre una tostada, una delicia en cinco minutos
Pimientos y bonito sobre una tostada, una delicia en cinco minutosMiriam García Martínez

Si después de tostar el pan le pones los pimientos encima, rematas con un queso fundente como tetilla, Arzúa-Ulloa, camembert o brie y lo llevas unos minutos al grill o la satisfryer, te quedan unas tostas de muerte lenta. Un par de huevos cocidos siete minutos o escalfados y unos filetes de anchoa también completarán a la perfección tu bocata pimientero en un plis plas. Remata con alguna salsita picante, pimienta recién molida o alguna hierbecilla fresca o seca y a triunfar.

Sopa de avena con lo que tengas por la nevera

Lleva 1,2 litros de caldo -o agua con un poco de miso, salsa de soja, un poco de mantequilla de cacahuete o tomate concentrado, cualquier cosa que ayude a potenciar el sabor- a ebullición con 100 gramos de hojuelas de avena instantánea, las mismas que se usan para las gachas o porridge de desayuno. Mira qué verduras o setas tienes en la nevera y corta unos 600 gramos en trozos de bocado (sirven champiñones, zanahoria, calabaza, shiitakes, cebolla, puerro, col…).

La enjundia otoñal hecha sopa
La enjundia otoñal hecha sopaJulia Laich

Saltéalos a fuego alegre en una sartén con un poco de aceite por tandas, empezando por los más duros, y añádelos al momento a la sopa para que se vayan cocinando en ella mientras aportan también sabor al caldo. Mientras se acaba de cocinar, mira qué tienes a mano para rematar en plato: algún queso que se haya quedado un poco duro rallado, unos daditos de jamón o chorizo, los restos de algún estofado, pescado o carne asada, la pechuga del pollo que se quedó un poco seca o una hamburguesa desmigada, cocinada los tres últimos minutos servirán perfectamente. Remata con pimienta recién molida, un poco de zumo de limón si te gusta y le va bien y prepara la cuchara.

Wraps crujientes de hamburguesa en tres versiones

¿Son la comida más saludable del mundo? No, pero a veces una tortilla de trigo crujiente exprés, con una buena hamburguesa y relleno jugoso te salva una comida en 15 minutos sin tener que recurrir a que te la traigan desde una app con dudosas prácticas laborales. Hace un tiempo los preparamos en tres versiones: mexicana, con aguacate, cebolla encurtida y totopos de maíz; española, con romesco, queso manchego y pimientos del piquillo, y estadounidense, con mayonesa picante, bacon, pepinillos y queso cheddar. Las tres están buenísimas, y además de las tortillas y la hamburguesa solo llevan tres o cuatro ingredientes más -aquí tienes la lista-, y siempre tienes la posibilidad de adaptarlos con lo que tengas a mano. Te contamos la técnica en el vídeo de aquí abajo (te avanzo que para hacerlas no hay que ser Ferran Adrià).

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Sobre la firma

Mònica Escudero
Editora y coordinadora de equipo en El Comidista, web gastronómica en la que publica desde 2013 recetas y artículos para hacerte más fáciles las comidas diarias. También escribe, cocina y pone la mesa en El País Semanal, es profesora de máster en Barcelona Culinary Hub y se encarga de estrategias de comunicación y SEO en la cooperativa BitLab.
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