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Póntelo fácil en diciembre: nueve cremas de verduras para alegrarte el invierno

Una sección mensual para solucionar las comidas y cenas del día a día, con consejos para sacar el máximo partido a cada preparación, ingredientes que facilitan la vida y platos de temporada

Cremas de verduras
Crema + huevo + tropezones = cenaMònica Escudero

Aunque el cambio climático hace que cada vez se note menos y más tarde, ya estamos en invierno y el cuerpo pide crema de verduras. Si quieres convertirlas en una comida completa -tal vez no para el día en el que tienes un hambre de lobo-, aquí te dejamos unas cuantas ideas (pero un par de huevos duros, mollet, escalfados o como sea siempre son una buena opción). De eso va la sección “póntelo fácil”, de ayudarte a optimizar recursos, tener a mano fórmulas, ingredientes o técnicas para comer bien con ingredientes de temporada sin dejarte ni el sueldo ni media vida en ello.

Después de las recetas que saben a pasta -pero no lo son-, ideas para cocinar con las conservas que tengamos en la despensa de abril, recetas primaverales con cuatro ingredientes y ensaladas veraniegas, 11 platos únicos para los que no es necesario encender los fogones, las recetas para táper, clásicos actualizados y platos de cuchara rápidos, hoy nos consagramos a las cremas de verduras. Como siempre, con la ayuda de procesados saludables -legumbres envasadas, verdura congelada o enlatada, pimientos asados en bote- e ingredientes de temporada como zanahoria, remolacha, brócoli, champiñones o espinacas.

Si lo que quieres es preparar una crema al estilo libre con lo que tengas por la nevera, también podemos ayudarte. Aquí te dejamos unos cuantos trucos que nunca fallan, entre ellos seguramente el más eficaz es dorar las verduras antes de añadirlas: puedes usar el horno, la airfryer o la misma cazuela con un poco de aceite. Esta última es la versión que proponemos en casi todas las recetas, por mera practicidad. Si quieres una opción económica, esta de calabaza, zanahoria y boniato se lleva la palma. Si lo que te va es la coliflor, la zanahoria al estilo francés o la clásica de calabacín, también estás de suerte.

Sopa de tomate margherita (con tomates en conserva)

Enciende el horno a 200 ºC. Escurre bien dos latas grandes -de las de 800 gramos- de tomates enteros en conserva, reservando el líquido. Quita los pedúnculos a los tomates, y ponlos en una bandeja de horno con dos cebollas peladas y cortadas en cuartos, un poco de aceite, orégano, sal y pimienta. Cocina unos 30-40 minutos, dando la vuelta a los tomates a media cocción. Cuando estén listas, pasa las verduras y todo el líquido que haya en la bandeja a una olla (si queda algo pegado, desglasa con un poco de agua). Añade el líquido de conservación de los tomates, medio litro de leche o bebida vegetal y 80 gramos de miga de pan duro troceada. Lleva a ebullición tres minutos, pon un tres o cuatro hojas de albahaca -o un poco de albahaca seca- al final, ya fuera del fuego, y tritura hasta que quede una crema sedosa. Sirve con ¼ de mozzarella fresca desmigada -o burrata- encima de cada plato.

Crema de potaje de vigilia (con bacalao y vegetariana) y sus picatostes

Pela y pica dos dientes de ajo y una cebolla, dora primero el ajo en un poco de aceite en una cazuela a fuego medio y, cuando empiece a coger color, añade inmediatamente la cebolla. Cuando la cebolla esté dorada, aparta del fuego, pon una puntita de pimentón y remueve. Añade 100 gramos de tomate frito, una cucharada de concentrado de tomate o un par de tomates rallados -en este caso, esperar un poco a que se cocinen- y devuelve al fuego. Suma 600 gramos de garbanzos cocidos con su líquido de conservación, 400 mililitros de agua o caldo y 400 gramos de espinacas frescas o descongeladas, remueve bien y deja hervir todo junto cuatro o cinco minutos. Mientras, mezcla en un bol un poco más de pimentón con dos cucharadas de vinagre, pon encima unos 100 gramos de picatostes y da unas vueltas para que absorban el sazón. Tritura a conciencia hasta conseguir una crema fina y sirve con los picatostes por encima. Puedes acompañarla con migas de bacalao desalado o con un huevo cocido por persona y un poco de perejil picado.

Crema de champiñones sin patata

Crema de champiñones sin patata
Cremosa por debajo, crujiente por encimaMònica Escudero

Reserva 100 gramos -de 600- de champiñones para decorar. Pela dos cebollas, córtalas en dados grandes y pon en una olla a fuego medio con un chorro de aceite o mantequilla y un poco de sal. Mientras la cebolla empieza a dorarse, quita las capas exteriores de un puerro y córtalo en rodajas gruesas. Añade a la olla, y a partir de ahora ve removiendo cada cinco minutos aproximadamente. Quita la base de las hojas de medio kilo de nabos y trocéalos (no hace falta pelarlo). Añade a la olla con un poco más de sal y pimienta, y mira si es necesario añadir un poco más de la grasa escogida. Trocea el resto de champiñones en cuartos y añade a la olla. Cuando todo tenga un color dorado -unos 15 minutos después de poner los champiñones- añade el agua o caldo de verdura. Tapar, llevar a ebullición y dejar cocinar a fuego suave unos 12 minutos o hasta que los nabos estén blandos, removiendo un par de veces en el proceso. Mientras, prepara los picatostes de la guarnición: tuesta unos 60 gramos de pan en dados en una sartén con un poco de aceite, a fuego medio-alto y removiendo a menudo para que no se queme. Retira, reserva y haz lo mismo con los champiñones reservados cortados en cuartos o en láminas (si no se usa pan o usas picatostes comprados, hacer solo los champiñones). Cuando la verdura esté lista, añade 750 ml de leche o bebida vegetal y tritura bien hasta conseguir una crema sedosa. Ajusta con más líquido si queda muy espeso hasta conseguir la textura que te guste, y si se ha enfriado lleva unos minutos al fuego. Sirve repartiendo la guarnición por encima, más pimienta y, si quieres, un poco de cebollino picado.

Remolacha con nata líquida, gorgonzola y pera

En una olla grande, calienta un poco de aceite de oliva a fuego medio. Añade una cebolla picada picada y un poco de sal y sofríe hasta que esté tierna y transparente, unos cinco minutos. Incorpora medio kilo de remolacha cocida cortada en trozos, mezcla bien con la cebolla y da vueltas unos minutos. Vierte un litro de caldo de verduras (o agua) en la olla, añade cuatro cucharadas de hojuelas de avena y lleva a ebullición. Reduce el fuego y cocina a fuego lento durante unos 10 minutos, o hasta que la avena esté blanda. Retira del fuego y añade 150 mililitros de nata líquida para cocinar y 50 gramos de gorgonzola. Triturar bien, probar, rectificar de sal y poner pimienta. Servir cada plato con un chorrito de nata, un poco de gorgonzola en trocitos y ¼ de pera cortada en daditos.

Crema de calabaza y manzana asadas con almendras, manzana verde y aceite picante

Dulce, ácida, crujiente y picante
Dulce, ácida, crujiente y picanteMònica Escudero

La clave de esta crema está en el equilibrio entre el dulzor de la calabaza y las manzanas asadas y el toque fresco, ácido y crujiente de la manzana verde. El aceite picante -yo usé Laoganma, pero puedes ponerle el que tengas a mano o hacerlo en casa con nuestra receta- le da un buen toque, pero si no te gusta puedes cambiarlo por un chorro de buen aceite de oliva virgen extra. Enciende el horno a 200 ºC. Abre por la mitad a lo largo una calabaza mediana (aproximadamente 800 gramos), quítale las semillas y ponla en una bandeja de horno con la piel hacia abajo. Lava dos manzanas rojas (tipo Royal Gala o Fuji) y córtalas en cuartos, desechando el corazón y las semillas. Añade un puerro -la parte blanca- y lleva todo al horno durante unos 30-40 minutos, o hasta que la calabaza esté tierna, las manzanas empiecen a caramelizarse y la piel del puerro se tuesta. Cuando estén listas, saca la bandeja del horno y cuando ya no quemen quítales la piel y trocea el puerro. Pon todos los ingredientes en una olla, añade 600 mililitros de agua o caldo de verduras y 400 mililitros de leche o bebida vegetal y lleva a fuego medio. Cocina durante unos 10 minutos para que los sabores se integren bien. Retira la cazuela del fuego, añade una cucharadita de canela y media de comino y tritura la mezcla hasta conseguir una crema suave y homogénea. Si ves que está demasiado espesa, puedes poner un poco más de caldo, leche o agua hasta obtener la textura deseada. Ajusta de sal. Sirve cada plato con ¼ de manzana verde cortada en dados, almendras picadas, un poco de aceite picante y tallo de cebolleta.

Brócoli y aguacate, anacardos caramelizados y furikake

Corta un brócoli pequeño en arbolitos -y el tronco en rodajas de aproximadamente medio centímetro- y saltéalo un poco a fuego alegre en una cazuela. Retira a un bol (después lo devolveremos, la gracia es que se cueza menos tiempo que la patata para que no quede pasado y gaseoso). Pela una cebolla, córtala y pon en la misma cazuela con un poco más de aceite si hiciera falta y algo de sal. Mientras, pela y trocea dos patatas nuevas medianas y cuando la cebolla tenga color, añádelas a la olla. Cubre con un litro de caldo o agua y lleva a ebullición a fuego medio-suave, tapado, unos 17 minutos. A los 10 minutos añade el brócoli, remueve y tapa de nuevo. Cuando esté listo, ya fuera del fuego, añade la carne de un par de aguacates pequeños maduros y tritura todo bien hasta conseguir una crema sedosa (gracias en parte a la grasa del aguacate). Puedes rematar con unos anacardos caramelizados con una cucharadita de azúcar en una sartén y un poco de furikake (o alga nori tostada y sésamo).

Zanahoria, chirivía, curry, leche de coco y tofu marinado en soja

Marchando una crema de zanahoria y chirivía
Marchando una crema de zanahoria y chirivíaWestend61 (Getty Images/Westend61)

Corta 400 gramos de tofu duro en dados, ponlo en un escurridor unos 10 minutos y luego pasa a un bol con salsa de soja. Pela y trocea dos cebollas y ponlas en una olla a fuego medio con un poco de aceite y sal. Mientras se doran, ve quitando las puntas a medio kilo de zanahorias y 300 gramos de chirivía, y córtalas en trozos medianos. Cuando la cebolla esté un poco dorada, añádelas a la olla y sigue dorando todo unos 10 minutos más, removiendo un par de veces. Pon pasta de curry -o curry en polvo- al gusto y da unas vueltas para despertar los aromas. Añade 600 mililitros de caldo o agua y 300 mililitros de leche de coco para cocinar, lleva a ebullición y hierve suavemente y tapado unos 10 minutos. Mientras, pon una sartén a fuego alegre, añade un poco de aceite y pon el tofu, salteándolo hasta que quede un poco crujiente. Tritura bien la crema, ajusta de sal y curry y sirve con el tofu por encima y si quieres un poco de sésamo, cilantro o lima para exprimir.

Cebolla y pimiento tatemados con lentejas rojas y chips de tortilla mexicana

Asa dos cebollas grandes peladas y dos pimientos rojos en una sartén caliente unos 15 minutos, dándoles la vuelta hasta que estén bien dorados y con la piel un poco quemada, lo que les dará un sabor ahumado (también puedes hacerlo en el horno a alta temperatura). Mientras, calienta un chorro de aceite de oliva en una olla, y añade dos dientes de ajo picados. Sofríe durante un minuto hasta que huela bien. Agrega 200 gramos de lentejas rojas y 1,2 litros de caldo (o agua). Cocina a fuego medio durante unos 20 minutos, o hasta que las lentejas estén tiernas. En el momento en el que puedas manipularlos sin quemarte, quita el pedúnculo, las semillas y toda la piel que puedas al pimiento y la cebolla, trocéalos y añade a la olla para que se terminen de cocinar con las lentejas. Tritura y sazona con sal y pimienta hasta que esté a tu gusto. Cuando esté lista, corta en trozos irregulares de bocado seis tortillas de harina o de maíz y fríelas, o úntalas con un poco de aceite y cocina en la airfryer hasta que estén doradas. Sirve la crema con las tortillas encima y un poco de lima fresca para exprimir antes de comer.

Crema exprés de judías, pimiento asado de lata, pimentón y nueces

La jetacrema definitiva: para dos personas, pon en una cazuela un botes grande de judías cocidas y uno de pimientos de piquillo -pueden ser en tiras perfectamente, reserva el equivalente a un par de cucharadas una vez troceados-, ambas cosas con su líquido de gobierno. Añade un diente de ajo crudo un poco troceado, unas 12 medias nueces y 300 mililitros de agua o caldo. Lleva a ebullición dos minutos -básicamente para bajar la potencia del ajo y que se integren bien los sabores-, añade un poco de pimentón y un chorro de aceite y tritura bien hasta conseguir una crema fina: las judías le darán una textura muy sedosa y el pimiento un sabor asado muy rico. Prueba y ajusta de sal. Remata con el pimiento reservado troceado, unas nueces picadas y un chorrito de aceite. Listo.

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Más fácil todavía

  • Los picatostes “tuneados” admiten muchísimas posibilidades y pueden alegrarte diferentes platos. Con un poco de salsa Perrins en una sencilla ensalada de lechuga, cebolla y pollo, con hierbas provenzales secas trituradas una de tomate y con curry  en polvo una crema de calabaza. Puedes hacerlos fácilmente en casa, como te contamos en la tercera receta, o comprarlos.
  • En muchas de estas recetas se desechan partes de las verduras que perfectamente podrían terminar haciendo un sabroso caldo, como la piel de la calabaza asada, la parte verde del puerro, pieles y capas exteriores de la cebolla, puntas y pieles de zanahorias o chirivías. Si no tienes suficientes con una sola preparación, congela en un táper o una bolsa de zip y suma otras hasta que llegues a la cantidad necesaria.
  • Siempre que enciendas el horno para preparar lo que sea, añade algunas verduras en otra bandeja. Las verduras asadas son una base perfecta para preparar una buena crema, gracias a la potencia de sabor y caramelizado que les da la reacción de Maillard. Si no las vas a usar en ese momento, hazlo igual y congelarlas: pueden perder textura -pero da igual, porque las vas a triturar-, pero el sabor se mantendrá. 
  • Las grasas que utilizamos en algunas cremas para conseguir su característica textura son bastante intercambiables entre sí, ya que en general no aportan muchísimo sabor. Lo mismo con ingredientes como el pan, la patata, el nabo o la avena, cuya finalidad es dar cuerpo a la crema. 
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